Las infecciones vaginales son una de las causas más comunes a la hora de acudir a las consultas ginecológicas.
Tener flujo anormal y picores en la zona íntima es una consulta muy habitual tanto en la farmacia como en los centros de salud. Unos síntomas que pueden ocasionarse por diferentes motivos y que han de analizarse para hacer un diagnóstico e iniciar así el tratamiento correspondiente; que en la mayoría de los casos está relacionado con la candidiasis vaginal o con la vaginosis bacteriana. Dos afecciones que pueden confundirse porque sus síntomas son muy similares.
Si quieres saber en qué se diferencian ambas infecciones sigue leyendo este artículo. Y, como siempre, ante cualquier duda o consulta, acude a un especialista para que te asesore. Nunca tomes medicamentos sin preinscripción médica.
Diferencias entre la candidiasis y la vaginosis
La candidiasis vaginal es una infección causada por un hongo que llamada “Cándida albicans” que provoca irritación, flujo y picores. La zona de la vulva puede inflamarse y enrojecerse, y a la hora de mantener relaciones sexuales, estas pueden llegar a ser dolorosas. Cabe recordar que las vaginas siempre contienen una mezcla equilibrada de hongos y bacterias, pero puede desestabilizarse debido a un crecimiento de los hongos a causa del consumo de antibióticos, del embarazo, de una diabetes descontrolada, de una baja de defensas o del consumo de anticonceptivos orales que aumentan los niveles de estrógeno. Si quieres prevenir esta infección, lo recomendable es no usar ropa ajustada; evitar las duchas vaginales y los productos perfumados de higiene femenina; no abusar de baños muy calientes; y, finalmente, intentar estar el menor tiempo posible con ropa húmeda.
Por su parte, la vaginosis bacteriana es una infección vaginal causada por una bacteria llamada “Gardnerella vaginalis” y puede afectar a personas con una vida sexual activa. Algunas de ellas no presentan síntomas, pero otras pueden notar que su flujo vaginal es poco espeso y presenta un color blanco o gris, pudiendo tener, además, picores o ardores tanto en la zona interior como en la exterior, con un fuerte olor y con molestias al orinar.
Este problema se produce porque se desequilibran las bacterias buenas y malas de la vagina. A diferencia de la candidiasis vaginal, esta infección no se puede contraer ni en las piscinas ni en baños públicos. No obstante, existen diferentes formas para no sufrir la vaginosis. Por ejemplo, no usar duchas vaginales y utilizar siempre el preservativo durante las relaciones sexuales, limitando así mismo el número de encuentros. Como has visto, ambas infecciones tienen efectos muy similares. Así pues, lo mejor es que acudas a un especialista para que realice un diagnóstico y establezca un tratamiento para evitar que se agrave el problema.