Posiblemente, los desarreglos urinarios son, junto a los sofocos, uno de los síntomas más molestos de la menopausia, etapa natural de la vida que comienza cuando desaparece la menstruación.
Ello conlleva una serie de cambios hormonales (descenso de los estrógenos, los cuales también influyen en la aparición de estos desarreglos) y también de los tejidos de la zona urinaria (se vuelven menos elásticos, por ejemplo). Aunque sean leves, no deben ser subestimados, ya que pueden generar un gran malestar en la mujer (por ejemplo, con las pérdidas involuntarias de orina al realizar algún esfuerzo o al reír) e, incluso, si no se tratan derivar en infecciones.
En la mayoría de los casos se trata de un problema de incontinencia urinaria, caracterizado por la pérdida de control de la vejiga. Un trastorno que, una vez diagnosticado, puede tratarse en la mayoría de los casos sin dificultades. Sin embargo, y aquí radica la otra cara de este trastorno, es que no todas las mujeres que la padecen acuden al médico, por pudor o vergüenza, cuando lo cierto es que deben dejar de lado estos sentimientos porque se trata de un trastorno mucho más común de lo que pensamos (se estima que en nuestro país padecen continencia urinaria más de 4 millones y medio de mujeres mayores de 35 años) y directamente relacionado con la edad. No ponerle remedio puede conllevar también efectos psicológicos. De hecho, los expertos señalan que la incontinencia, o el miedo a sufrir una pérdida de orina en público, pueden derivar en ansiedad o depresión.
Tratamiento Hay diversos tipos de incontinencia y, por lo tanto, su tratamiento variará dependiendo de la causa. En unos casos estarán indicados los medicamentos, en otros se considerarán alternativas como ejercicios de entrenamiento de vejiga o de refuerzo de la musculatura, terapias de electroestimulación… También hay diversas técnicas quirúrgicas que dan buenos resultados, pero también es estos casos es necesario saber el tipo de incontinencia que se sufre para poder apuntar un tratamiento adecuado.
Lo más importante es vivir esta etapa con naturalidad, porque la menopausia (la cual suele aparecer de media entre los 45 y los 50 años) forma parte del camino de la vida. Por ello, para vivirla con la mayor calidad posible es importante cuidarnos, y eso incluye consultar al médico cuando aparece algún tipo de problema o molestia. Conocer los cambios que experimentará el cuerpo durante la menopausia nos ayudará a identificarlos y a llevarlos con más naturalidad.
También te puede interesar: Incontinencia: Una incomodidad incontrolable y descubre los alimentos que debes evitar si padeces incontinencia urinaria.