Osteoporosis: Inyección subcutánea para su tratamiento

Osteoporosis: Inyección subcutánea para su tratamiento. Recibe la denominación de Denosumab y podría ser un buen aliado para prevenir una enfermedad que, en nuestro país, a afecta a más de nueve millones de mujeres, de las que menos del 10%, según datos de los profesionales de ginecología y obstetricia, combate los síntomas y sus consecuencias, siendo las fracturas las más frecuentes. Una enfermedad que, aunque también afecta a los hombres, tiene especial prevalencia entre las mujeres. La menopausia suele ser su compañera de viaje.
 
La osteoporosis suele acompañar a la mujer durante la etapa de la menopausia. Las hormonas femeninas ejercen una función protectora sobre los huesos. Al producirse un descenso hormonal, el cual tiene lugar durante la menopausia, puede provocar una descalcificación de los huesos y, con ello, aumentar los riesgos de fracturas. Aunque también puede afectar a los hombres, lo cierto es que la osteoporosis, atendiendo a los datos, es una enfermedad femenina. Nueve millones de mujeres en España padecen osteoporosis, pero no todas siguen un tratamiento. De hecho, las cifras son mucho más bajas de lo esperado, ya que según los profesionales de la ginecología y obstetricia, menos del 10% de las mujeres sigue un tratamiento, siendo el porcentaje de abandono cercano al 50%.
 

Encontrar, por tanto, un tratamiento lo más efectivo posible, complementado con unos hábitos de prevención saludables, es el reto de la investigación médica en este campo. Y la solución podría ser el denominado Denosumab, un tratamiento basado en aplicar a través inyección subcutánea un anticuerpo monoclonal para bloquear las células responsables del desgaste del hueso. Los estudios hasta ahora realizados arrojan resultados bastante satisfactorios, ya su aplicación cada seis meses permitirá reducir hasta en un 68% el riesgo de sufrir una fractura de vértebras y en un 40% la rotura de cadera. A estas hemos de sumarle las fracturas del antebrazo como las más frecuentes entre las personas que padecen osteoporosis, una enfermedad caracterizada por la pérdida de masa ósea y deterioro del tejido óseo. La ecuación es sencilla: a mayor debilidad ósea, mayor riesgo de sufrir una fractura, en algunos casos con serias consecuencias para quien la sufre.
 
No solo su acción sería más eficaz en el tratamiento de la osteoporosis, sino más rápida, ya que sus efectos se empiezan a notar a partir de la primera semana tras ser administrada. Este nuevo tratamiento podría ser el último aliado de una enfermedad en la que, como en cualquier aspecto de la salud, la detección precoz, a través de una densitometría, es fundamental. Aunque las mujeres, durante y después de la menopausia, son las más vulnerables, también hay otros candidatos, sobre todos los expuestos a factores de riesgo como los antecedentes familiares, el llevar una alimentación pobre en calcio, el hábito del tabaco o determinados fármacos. El envejecimiento propio de la edad también es otro factor de riesgo.