Osteopatía y quiropraxia: Beneficios

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Osteopatía y quiropraxia: Beneficios. Terapias de manipulación física o masajes a las que recurrir para el tratamiento de problemas del sistema musculoesquelético, es decir, problemas de columna vertebral, músculos o articulaciones, siendo los dolores de espalda y cuello los principales motivos de consulta. La osteopatía es una terapia que, en el caso de las mujeres, puede ser una buena aliada para combatir los síntomas del síndrome premenstrual.
 
La osteopatía y la quiropraxia parten de que los huesos de nuestro cuerpo, como consecuencia del propio envejecimiento o por una lesión, se pueden desplazar. La pérdida de elasticidad o el debilitamiento de músculos, tendones o ligamentos (por la falta de ejercicio físico, por ejemplo) también pueden agravar los problemas y provocar dolor e irritación de los nervios. El cuidado de nuestros huesos y del sistema muscoloesquelético es, por tanto, fundamental, porque además no podemos olvidar que el entramado de los músculos, tendones y ligamentos deben soportar el peso del cuerpo y la enorme variedad de movimientos que realizamos a lo largo del día. Así, por ejemplo, no adoptar la postura correcta al sentarnos puede provocar problemas crónicos de espalda, cuello, muñecas o codos. Cargar peso, por su parte, puede provocar una sobrecarga innecesaria de la columna. En el caso de las mujeres embarazadas, el propio peso del bebé puede aumentar la predisposición a padecer dolores de espalda.
 
Aunque ambas terapias se basan fundamentalmente en el tratamiento manual (sin recurrir a los fármacos) de los músculos y del esqueleto, existen algunas diferencias entre ambas. Así, por una parte, la osteopatía consiste en el masaje profundo de los tejidos con las manos y los dedos, así como la manipulación suave de las articulaciones que no trabajan correctamente. Aunque la manipulación o masaje no debe causar dolor, sí se puede sentir cierta rigidez después de la sesión de osteopatía.
 
Además de las molestias y la rigidez, la osteopatía también se presenta como una alternativa para reducir algunos síntomas propios de la artritis reumatoide, como el dolor o la merma de la capacidad del movimiento. Asimismo, la osteopatía no solo trata dolores en cuello y espalda, también en las manos, brazos, pies, rodillas o caderas. Las lesiones producidas por la práctica de deporte, los dolores de cabeza o las tensiones musculares debidas a una mala postura también se pueden tratar con la osteopatía. Una técnica que además puede resultar beneficiosa en el tratamiento de otros problemas como el síndrome premenstrual, sinusitis o problemas digestivos.
 

Quiropraxia y columna vertebral

Por su parte, la quiropraxia se centra fundamentalmente en la columna vertebral, recurriendo en mayor medida a la manipulación y al movimiento seco para devolver al cuerpo su equilibrio. Antes de recurrir a cualquiera de estas dos terapias, es importante consultar al médico para conocer si, atendiendo a nuestra salud y a nuestro historial clínico, puede entrañar algún riesgo. De hecho, tanto el osteópata como el quiropráctico, antes de las sesiones, debe conocer los síntomas, la historia médica y el estilo de vida. Un examen con las manos para palpar los músculos, ligamentos y la capacidad de movimiento le permitirá determinar el grado del trastorno o problema a tratar.

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