La operación de miopía es una de las técnicas de cirugía refractiva para corregir este defecto de visión. Dejar de usar gafas o lentillas es uno de los motivos para valorar la posibilidad de someterse a una operación de miopía, pero hay otros aspectos fundamentales para poner la salud de nuestros ojos en las mejores manos.
La miopía es un defecto de refracción del ojo, una deficiencia del enfoque que impide ver con claridad los objetos lejanos. La miopía puede venir acompañada de síntomas como fatiga visual o dolores de cabeza, así como estar asociada con otros defectos refractivos, como astigmatismo o presbicia (vista cansada).
¿Cuándo operarse de miopía?
La operación de miopía es una cirugía recomendada para todo el mundo, siendo el especialista el que tendrá que valorar su idoneidad en función de cada caso, y a partir del historial refractivo y de graduación completo de los últimos años.
Aunque la miopía se detecta en la infancia, hay que esperar como mínimo hasta los 18 años. Antes el ojo no habrá terminado de desarrollarse y la dioptrías pueden seguir aumentando.
El momento más recomendado para someterse a una operación de miopía en la edad adulta es cuando se confirma que la graduación ha sido estable en los últimos años.
El límite para la operación de miopía está entre 10-12 dioptrías. A partir de aquí, se aconseja optar por colocar una lente intraocular fáquica, una técnica alternativa para corregir la miopía, hipermetropía o astigmatismo.
¿Cuándo no se puede operar la miopía?
- En caso de patologías de la retina o de la córnea.
- En caso de haber tenido una infección ocular o lesión en el último año.
- En el caso de las personas mayores con cataratas.
- Durante el embarazo y el periodo de lactancia ya que los cambios hormonales influyen en la graduación.
- La cirugía resfractiva tampoco se debe realizar en caso de diabetes.
- Evitar en caso de enfermedades autoinmunes (síndrome de Sjogren o lupus) o en caso de antecedentes de herpes.
- Tampoco es apta en caso de seguir una terapia farmacológica que pueda interferir en la cicatrización.
Tipos de cirugía para corregir miopía
- Técnica Lasik: La más utilizada, cirugía con láser ocular para remodelar el tejido corneal y corregir de manera rápida, segura y efectiva la miopía.
- Técnica Lasek y PRK: Técnicas recomendadas cuando el paciente presenta una córnea muy fina o débil.
- Cirugía láser Smile (Small Incision Lenticule Extraction): Técnica que perfecciona la cirugía Lasik reduciendo a una micro incisión de sólo 2 mm el corte en la zona superficial de la córnea. La menos invasiva y, hasta ahora, la más segura para corregir la graduación.
Riesgos de la operación de miopía
La incorporación de la tecnología más avanzada ha reducido los riesgos de la operación de miopía, pero como toda operación hay que valorar las posibles complicaciones, por muy infrecuentes que sean. En el caso de la operación de miopía los riesgos son:
- Ojo seco.
- Irritación o sensación de ardor (utilizando lágrimas artificiales tiende a desaparecer en unas semanas).
- Uno de los posibles riesgos de la cirugía Lasik es el desplazamiento de la lámina superficial abierta en la operación.
- Aparición de deslumbramientos tras la operación (esto impide conducir, por ejemplo).
- Aparición de brillos y neblina en el postoperatorio.
- Riesgo de deformación de la córnea a largo plazo.
- Leve pérdida de la agudeza visual.
- De manera inusual puede aparecer inflamación.
También te puede interesar: 10 cosas que dicen tus ojos sobre tu salud y descubre por qué la OCU alerta sobre la poca información sobre la operación de miopía.