Detectar el cáncer de pecho en sus etapas iniciales es una de las claves para aumentar las tasas de supervivencia y el éxito del tratamiento. El cáncer de mama es uno de los tumores más frecuentes en la mujer, y según datos médicos, se estima que una de cada ocho mujeres padecerá un cáncer de pecho a lo largo de su vida.
La investigación ha logrado grandes avances en el diagnóstico y tratamiento del tumor de mama, y este esfuerzo de la ciencia verse recompensado con un nuevo paso en su detección precoz. Un estudio realizado por investigadores del centro Case Wester Reserve (Cleveland, Estados Unidos), y publicado en la revista Nature, ha constatado que un agente de contraste de una imagen de resonancia magnética puede detectar el cáncer de seno en etapa inicial.
Y no es el único resultado interesante de este estudio, porque además este nuevo agente sería capaz de diferenciar entre un tumor de crecimiento lento o agresivo. Información clave para personalizar las terapias atendiendo al tipo de tumor y al estado en el que se encuentra.
Método para detectar el cáncer de mama
Este nuevo método para detectar el cáncer de seno en mujeres fue probado con éxito con ratones de laboratorio, constatando que este agente de contraste (resultado de combinar el agente de contraste denominado Gd3N@C80 y el péptido ZD2), es más seguro que los que se han venido utilizado ya que la dosis que se necesita es hasta 20 veces inferior, además de no dejar restos en los tejidos.
En el agente de contraste Gd3N@C80, los denominados iones del gadolino, tal y como recogen las conclusiones del estudio, no se liberan al quedar atrapados en una molécula similar a un balón de fútbol. Esto es lo que impide el contacto con los tejidos.
Con este nuevo agente de contraste, los investigadores corroboraron que la imagen de resonancia magnética podía identificar los tipos de cáncer. Así, en los cánceres de mama más agresivos la acumulación de moléculas de contraste arrojaba una imagen mucho más brillante, al contrario de lo que sucedía con los tumores de crecimiento lento.
Un estudio que abre nuevas e interesantes vías de investigación, como el conseguir la producción de este nuevo agente a un coste económico para su uso clínico. La respuesta de la ciencia lógicamente también es clave para desmontar las creencias no evidenciadas sobre el cáncer de mama.