Mobbing en el trabajo: ¿en qué consiste realmente?

Mobbing en el trabajo: ¿en qué consiste realmente? En los tiempos que vivimos actualmente, sobre todo, tener un trabajo es tener un tesoro. Sin embargo, ¿estamos dispuestos a aguantar, o permitir, todos los tipos de inconvenientes que nos ocurran con tal de permanecer en la misma empresa? Esta pregunta se la plantean al cabo del día muchas personas en su puesto de trabajo y responder a ella es sumamente difícil. El mobbing o acoso laboral es una de las causas que más estrés produce entre los trabajadores y se basa principalmente en acoso por parte de los jefes o compañeros de la empresa durante la jornada laboral. ¿Quieres conocer un poquito más?

 
En ocasiones tendemos a relacionar, o tomar como semejante, el acoso laboral con el síndrome del trabajador quemado o “burn-out”. Sin embargo, y aunque ambos producen en la persona que lo sufre estrés laboral y una situación límite con respecto a la situación laboral que mantiene en esos momentos el motivo por el que se produce es muy distinta.

 
Mientras en el caso del burn-out el empleado se encuentra agobiado e insatisfecho por la fuerte carga de trabajado a la que se ve sometido o por problemas inherentes a la profesión, en el caso del mobbing el problema procede del ámbito laboral.

 
Y es que, al igual que los niños en los colegios sufren acoso escolar o el también denominado bulling, en los puestos de trabajo de algunos empleados también sucede algo parecido.

¿Qué es realmente el mobbing?

 
El mobbing, es el acoso en el trabajo y según, el profesor y psicólogo de la Universidad de Alcalá, Iñaki Piñuel y Zabala, las estrategias utilizadas para someter a la víctima al acoso psicológico son principalmente las siguientes:

• Gritar, avasallar o insultar a la víctima cuando está sola o en presencia de otras personas.
• Asignarle objetivos o proyectos con plazos que se saben inalcanzables o imposibles de cumplir, y tareas que son manifiestamente inacabables en ese tiempo.
• Quitarle áreas de responsabilidad clave.
• Modificar las atribuciones o responsabilidades de su puesto de trabajo.
• Ignorarle o excluirle.
• Retener información crucial para su trabajo o manipularla para inducirle a error en su desempeño laboral, y acusarle después de negligencia o faltas profesionales.
• Extender por la empresa rumores maliciosos o calumniosos que menoscaban su reputación, su imagen o su profesionalidad.
• Infravalorar o no valorar en absoluto el esfuerzo realizado.
• Ignorar los éxitos profesionales.
• Criticar continuamente su trabajo, sus ideas, sus propuestas, sus soluciones, etc., caricaturizándolas o parodiándolas.
• Invadir la privacidad del acosado interviniendo su correo, su teléfono, revisando sus documentos, armarios, cajones, etc., sustrayendo maliciosamente elementos clave para su trabajo.

 
Estas son algunos de los motivos por los cuales podemos reconocer que existe mobbing, sin embargo una vez que el empleado sufre algún tipo de acoso por parte de alguno, o varios, miembros de la empresa, la dificultad radica en demostrar que esto es cierto. Los acosadores suelen utilizar tácticas muy sutiles y en ocasiones incluso clandestinas para evitar que se pueda demostrar su culpabilidad por lo que no es nada fácil demostrar que lo sufrimos.

 
¿Realmente estamos dispuestos a soportar vejaciones, insultos y menosprecios? ¿Pensamos que esto no suele ocurrir? Según el informe de violencia y acoso laboral: una panorámica europea, entre un 5% y un 20% de los trabajadores europeos sufre violencia y acoso laboral siendo los sectores relacionados con la salud, trabajo social y educación donde más se produce.