El miedo a atentados o a ser víctima de una acción terrorista es cada vez más común, en la misma medida que los países, y el nuestro no es una excepción, incrementan las medidas de seguridad y prevención de atentados terroristas. ¿Cómo superar el miedo a ataques terroristas?
París, Londres, Bruselas, Niza, Manchester, son las últimas ciudades que se han teñido de luto por los atentados terroristas, aunque en la retina de la memoria permanecen tragedias como el 11-S en Estados Unidos o el 11-M, en Madrid. Los medios de comunicación, y en especial las redes sociales, hacen que cada uno se sienta más cerca de la tragedia y se identifique con las víctimas.
Miedo a un ataque terrorista
El número de ataques terroristas en el mundo aumentó un 14% durante el año 2016, según los datos del estudio elaborado por la compañía de seguros internacional Aon. Cifra que explican en gran medida el miedo al terrorismo en la sociedad actual.
El miedo, en términos psicológicos, es una de las emociones básicas, como la alegría, la ira o la tristeza. El miedo es inherente al ser humano, y aunque lo consideramos una emoción negativa por la sensación de angustia que genera, lo cierto es que es un mecanismo de supervivencia. El miedo nos alerta de un peligro real o imaginario.
El miedo al terrorismo no solo genera inseguridad, sino que se ha extendido con rapidez entre la sociedad. Esto ha venido precipitado por el escenario en el que se han producido los atentados, como son los espacios públicos y concurridos (conciertos, centros comerciales…). El miedo a viajar por atentados o a ir a determinados lugares es una reacción lógica durante los primeros momentos, pero cuando el miedo perdura varios meses después puede haber pasado a ser miedo patológico.
¿Cómo superar el miedo al terrorismo?
El miedo patológico a sufrir un atentado lleva a sobredimensionar las posibilidades y a vivir en constante angustia e incertidumbre. ¿Qué hacer para que el miedo no condicione nuestra vida?
- Evitar ver de manera reiterada las imágenes sobre las últimas noticias de atentados. No se trata de estar desinformado, sino de evitar la sobreexposición a unas imágenes o informaciones que nos provocan un fuerte impacto emocional. En cuanto a las redes sociales, leer o publicar sobre informaciones reales, no rumores infundados.
- Valorar el riesgo real y tratar de ser objetivos, porque de lo contrario solo alentaremos el miedo.
- Hablar de nuestros miedos con otras personas (amigos de confianza, familiares…) es bueno para liberarse y para valorar la situación desde otros puntos de vita.
- Intentar no cancelar planes y sobre todo evitar hacer cosas por miedo. Alterar demasiado nuestra cotidianidad nos hará más vulnerables al miedo.
- Tanto las víctimas directas como indirectas necesitan un tiempo para aceptar lo sucedido, sin tratar de forzar y, en caso de que la sensación angustia y miedo se prolongue en el tiempo, ponerse en manos de un especialista. Las terapias psicológicas ayudan a sustituir los pensamientos estresantes y a canalizar sentimientos como la ira o el miedo.
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