Medicamentos: ¿Qué cambia con las monodosis? Una caja con el número exacto de comprimidos o pastillas del tratamiento prescrito. Esta es, en pocas palabras, la definición de los envases monodosis, nuevos formatos que también llegan a las farmacias de nuestro país. Una medida con la que, entre otros objetivos, el Ministerio de Sanidad quiere evitar la tendencia común a guardar y acumular los envases de fármacos en el botiquín de casa, así como prevenir la automedicación que, entre otros riesgos, reduce su eficacia.
El número exacto de comprimidos o dosis del tratamiento en los nuevos envases de antibióticos. Nuevos formatos para un grupo de antibióticos que también llegan a nuestras farmacias y con las que se persigue, entre otros objetivos, el de prevenir la acumulación de cajas de medicamentos al finalizar los tratamientos. Guardar las cajas de antibióticos es el camino directo a la automedicación, bajo la creencia errónea de que si aparecen los mismos síntomas lo podemos resolver sin acudir al médico. Sin embargo, cuando los síntomas de una patología o problema de salud persisten o reaparecen hay que acudir al médico ya que, entre otros motivos, puede que el tratamiento prescrito no haya resultado eficaz o lo hemos tomado de manera incorrecta. Un dato: se estima que en los botiquines caseros se guardan 45 millones de envases. También reciclamos medicamentos en los puntos Sigre, más de 3.700 toneladas anualmente.
Pero hay más motivos, tal y como argumenta el Ministerio de Sanidad, para optar por los envases monodosis de antibióticos. Uno de los más importantes es que abusar de los antibióticos, o tomarlos sin prescripción médica, puede conducir a que los microorganismos se vuelvan resistentes. Según datos de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, SEIMC, España es uno de los países europeos en los que más antibióticos se consumen y, por tanto, mayores problemas de resistencia a este tipo de medicamentos se pueden presentar. Resistencia a los fármacos que pueden constituir un problema serio si en un futuro se enfrenta a una patología severa.
Uso racional del medicamento
Aunque conocemos la teoría no siempre la llevamos a la práctica. El uso correcto y racional de los medicamentos, en este caso los antibióticos, pasa por seguir el tratamiento prescrito (duración, dosis, hora de las tomas). El uso adecuado de los antibióticos puede ayudar a bloquear el desarrollo de bacterias resistentes. Además, cabe recordar que la Agencia Europea del Medicamento ya ha señalado en varias ocasiones que la disponibilidad de nuevos antibióticos para el tratamiento de bacterias consideras multirresistentes actualmente es limitada.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que los antibióticos solo deben tomarse cuando son necesarios. Así, por ejemplo, es común cometer el error de recurrir a ellos cuando aparecen problemas como resfriados, gripes o catarros.
Problemas con los antibióticos que se quieren corregir con la fabricación y venta de envases adaptados a la duración del tratamiento. Un envase con las dosis justa, para que no sobre ni tampoco sea necesario que el paciente compre una segunda caja para completar el tratamiento de manera eficaz.