Marquinha, la peligrosa moda que llega desde Brasil y que multiplica el riesgo a padecer cáncer de piel por la prolongada exposición al sol. La más que polémica tendencia consiste en broncearse la piel hasta que las marcas del bikini sean bien visibles, pero con una particularidad, y es que la forma del bikini se marca sobre la piel con cinta adhesiva después de aplicarse la crema bronceadora. Surge así la ya conocida como moda del marquinha, y que puede poner en serio riesgo la salud de la piel.
Marquinha de biquini
La exposición prolongada al sol, y sin la debida protección, es el principal factor de riesgo del cáncer de piel y, en concreto, del melanoma, el más severo (solo en España, por ejemplo, se diagnostican cada año 4.000 nuevos casos de melanoma). Además hay que señalar que la piel no solo es el órgano más extenso de nuestro cuerpo, sino que tiene memoria, por lo que las quemaduras por insolación o por exposición prolongada al sol pueden pasar factura con los años. La mejor manera de prevenir es proteger adecuadamente la piel cuando vayamos a tomar el sol y, sobre todo, evitar las horas de más intensidad (las horas centrales del día). Recomendaciones que en el caso de la marquinha se incumplen, porque el objetivo es broncearse lo máximo posible y en el menor tiempo.
Para ello, las mujeres que se apuntan a esta tendencia no dudan en pasar hasta tres horas al día tumbadas al sol bajo la acción directa de los rayos ultravioletas, prácticamente sin protección, para conseguir que se resalte lo máximo posible la diferencia entre la marca del bikini y el resto de la piel. Sin embargo, un bronceado intenso no siempre es sinónimo de bonito y saludable. Broncear la piel sin ponerla en riesgo no solo es posible, sino que es la mejor recomendación a seguir si queremos evitar aumentar su vulnerabilidad a padecer problemas como el cáncer de piel. Hay modas que, por mucho que arrasen, conviene evitar.
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