El mareo puede llegar a ser un trastorno muy molesto, y no solo cuando es pasajero y aparece de manera repentina, sino especialmente cuando son continuos y bruscos. El primer paso es, sin duda, identificar las causas que están detrás de los mareos, es decir, contar con un diagnóstico preciso para aplicar los remedios y tratamiento más adecuado.
Cuando se produce un mareo repentino, aislado y pasajero no solemos prestarle la debida atención. Sin embargo, los mareos suelen ser el síntoma o la señal de que algo no va bien en nuestro organismo, por lo que no conviene subestimarlos. El mareo puede llegar a ser molesto, sobre todo se torna repetitivo. Identificar las causas es fundamental para aplicar los remedios adecuados y para mejorar nuestro bienestar. Mareos que pueden llegar acompañados de otros síntomas, como dolor de cabeza, visión borrosa (puede ser señal también de estrés visual) o sudoración.
Mareos: las principales causas
El mareo puede estar causado por enfermedades relacionadas con las cervicales. De hecho, es común que el mareo se pueda atribuir a lo que se conoce como latigazo cervical –señal de problemas cervicales- o a la denominada artrosis cervical, cuyos síntomas no se deben subestimar. Hay que señalar que, en estos casos, los mareos son solo un síntoma más de una patología que puede ser más compleja. Mareos que se suelen producir cuando, por ejemplo, se realiza un movimiento brusco con la cabeza.
Tampoco hay que pasar por alto que los mareos pueden ser síntoma de las patologías relacionadas con el oído. No siempre les prestamos toda la atención que requieren, pero descuidar la salud de los oídos puede pasar factura. Los mareos se pueden producir por trastornos en el oído interno, el cual desempeña un papel esencial en el mantenimiento del equilibrio.
El mareo también estar causado por otros trastornos relacionados con la circulación de la sangre. En este sentido, hay que prestar atención a los niveles de presión arterial, tanto si son altos como bajos (hipotensión), especialmente a la hora de ponerse en pie, con la espalda recta, después de haber pasado mucho tiempo sentados.
Otras veces el mareo está relacionado con una dieta poco saludable o equilibrada, especialmente cuando decidimos llevar un régimen de adelgazamiento sin supervisión médica (puede provocar alguna carencia nutricional si antes de ponernos a dieta no nos aseguramos de que nuestra salud es óptima). El organismo, en estos casos, puede encontrarse sin alguna de las sustancias o nutrientes necesarios, siendo el mareo una señal de advertencia. Por esta razón, en términos de dieta, es aconsejable seguir siempre las recomendaciones médicas para una nutrición adecuada.
Mareos: remedios a tener en cuenta
Los remedios para el mareo varían, lógicamente, en función de las causas que lo provocan. En cualquier caso, siempre se debe consultar al médico para desvelar las causas exactas y aplicar el tratamiento más adecuado. Si sospechamos que se trata de un problema de oído y que ahí puede residir la causa del mareo, es aconsejable consultar al especialista, es decir, al otorrinolaringólogo.
Si el mareo o vértigo está relacionado con problemas de tensión arterial, un remedio rápido y que podemos aplicar para aliviar los síntomas es sentarse o tumbarse con las piernas elevadas, para facilitar que la sangre llegue hasta el cerebro. Si el mareo está causado por un descenso en los niveles de glucosa en el organismo lo que podemos hacer es tomar azúcar para reequilibrarlos.
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