Puede que usar ropa ajustada te haga sentir más atractiva, pero también deberías saber que puedes estar poniendo en riesgo tu salud. Y es que para sentirse guapa no hay que sufrir, ni mucho menos. La ropa ajustada, en especial determinadas prendas, siguen marcando tendencia, pero convertirlas en las favoritas del fondo de armario, y llevarlas de manera continuada, puede aumentar los riesgos de padecer no uno, sino varios trastornos. Para evitarlo, conviene no cometer excesos con la ropa ajustada y conceder un respiro al cuerpo.
Consecuencias de usar ropa ajustada
Llevar la ropa demasiado ceñida al cuerpo puede traer algunas consecuencias, las cuales se traducen en molestias que, en muchos casos, no relacionamos con las prendas de nuestro armario. Ropa interior ajustada, mallas demasiado apretadas, pantalones skinny jeans o pitillo…
La ropa demasiado ajustada dificulta la oxigenación de la piel, lo que favorece la retención de líquidos, acumulación de toxinas e hinchazón de piernas. Al dificultar la circulación sanguínea y linfática aumentan los riesgos de aparición de varices y, por acumulación de toxinas, de la antiestética celulitis. La Fundación Española del Corazón también recomienda evitar el uso excesivo de prendas ajustadas porque puede ser contraproducente para el corazón. La causa reside en que dificulta la circulación de la sangre, aumentando el riesgo de trastornos cardiovasculares.
Término acuñado por el médico el médico estadounidense Octavio Bessa para explicar los riesgos que puede conllevar para la salud el uso continuado de pantalones demasiado apretados, los conocidos como pantalones pitillo, como problemas digestivos, de circulación, dolor en los muslos y entumecimiento de las piernas. Los pantalones ajustados pueden comprimir nervios y provocar dolor e hinchazón en el muslo. Consecuencias a las que desde la Universidad de Rush Medical Center en Chicago añaden el ardor de estómago y eructos tras un tiempo usando ropa ajustada.
La ropa demasiado ajustada puede dificultar la respiración, aumentando la sudoración y pudiendo aparecer otras molestias como dolor de cabeza, mareos y visión borrosa.
Utilizar ropa demasiado ajustada, tanto ropa interior como unos pantalones apretados, aumenta el riesgo de infecciones vaginales como la cándida, debido a la falta de transpiración de la zona.
Sobre todo por el uso de ropa interior ajustada o de una talla inadecuada. Así, por ejemplo, utilizar sujetadores con tirantes demasiado apretados puede afectar a la cervicales y al brazo, aumentando el riesgo de contracturas musculares. Y no solo las mujeres, porque para los hombres el riesgo está en usar camisas demasiado apretadas en el cuello y corbatas, ya que pueden reducir la circulación sanguínea y aumentar los dolores de cabeza o cervicales.
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