Hay muchos alimentos cuyos nutrientes son especialmente buenos para nuestro pelo y tenemos que aprovecharlo.
Muchas veces no se cae en la cuenta del continuo riesgo que sufre nuestro pelo con el paso de las jornadas y a los peligros que lo sometemos en muchas ocasiones. El paso de los años no es en balde y el desgaste acumulado hace que nuestro cabello sufra. Polución, alimentación, tintes, laca, gomina, estrés, malos hábitos como el fumar o el alcohol… todo va a haciendo que la montaña crezca.
Realmente podemos evitar que nuestro pelo sufra y que terminemos padeciendo problemas en nuestro cuero cabelludo con una merma de cantidad y volumen. En la época estival le damos mucha importancia a otras partes de nuestro cuerpo como es la piel, a la que le compramos todo un abanico de productos para paliar los efectos del sol y mantenerla con un grado de hidratación importante. Pero los efectos que puede tener el verano en nuestra piel, con el añadido del agua, ya sea de piscina o de mar, también lo padece el cabello. Y tenemos que estar alerta siempre.
El pelo se alimenta de los nutrientes que le vayamos aportando con la dieta que vamos siguiendo durante todo el año. El se agarra a eso y se alimenta, pero es obvio que algunos alimentos son mejores que otro para que podamos lucir un cabello como queremos, y que sobre todo tenga un aspecto sano.
El cabello se nutre de lo que comemos
Por ejemplo, dentro del conjunto de vitaminas que son recomendables para el pelo, se encuentra la biotina. Ellas están englobadas dentro del grupo B, tiene una misión concreta y es la de espabilar a nuestras enzimas que llevan a cabo la multiplicación de células. Este proceso hace que el cabello crezca, pero no solo esto, sino también que lo haga de una manera fuerte.
En este sentido, el zinc también es otro aporte que puede incluir con la ingesta de alimentos como el huevo o la calabaza. Uniendo este componente a otros podremos disfrutar de un pelo con una salud envidiable y una apariencia formidable.
Las espinacas o las lentejas también tienen que estar dentro de nuestra dieta. No solo ganaremos en una rebaja de calorías, sino que para la cuestión que nos atañe supone un complemento indispensable para evitar el cansancio de nuestro sistema.
El ácido fólico que se haya en alcachofas, espárragos o puerros también refuerzan el sistema inmunológico, favoreciendo la circulación y eliminación de toxinas. También tenemos que pensar en los cítricos y las frutas en general para que nos aporten vitaminas A, C y E. Sin olvidar el calcio del que nos nutren los alimentos lácteos, los moluscos o el brócoli.