Sabemos que leer aporta importantes beneficios a la salud, pero ¿sabías que están íntimamente relacionados con el descanso y el sueño?
No es tontería aquello de que leer antes de dormir ayuda a conciliar el sueño. Sin embargo, aunque es un tópico que nuestros padres nos repiten desde pequeños, lo cierto es que no les falta razón. Os contamos por qué.
La lectura es una de las grandes maravillas del mundo. Nos permite adentrarnos en historias ajenas y vivir mil vidas que, de otro modo, no podríamos experimentar. Ya decía George R.R. Martin que “Un lector vive mil vidas antes de morir. Aquel que nunca lee vive solo una” y no podemos estar más de acuerdo. Pero ¿sabías que además del disfrute que lleva intrínseco también ayuda a la salud?
Pues lo cierto es que sí. Concretamente, es una herramienta muy útil para cuidar el descanso. Empezando por que con ella se ejercita el cerebro, leer por la noche permite que el cerebro capte y aprenda información, no solo de lo escrito, sino asimismo de cómo está escrito.
Colabora en la higiene del sueño en tanto que nos relaja. En la medida en la que conectamos con la historia y esta nos aleja de las preocupaciones del día al día, conseguimos desprendernos de ellas durante unas horas y descansar. Ligado a esto, reduce el estrés. Pero no solo esto, es que además minimiza el ritmo cardiaco y la tensión muscular se relaja. No solo entramos en un mundo distinto al nuestro, sino que consigue efectos reales sobre nuestra salud.
Al sumergirnos en el argumento del libro, logramos por otra parte que nuestra concentración se desarrolle, puesto que activa nuestros mecanismos de recuerdo y memoria. Este trabajo al que se somete el cerebro lo pone en funcionamiento y este, a su vez, recurre a dicha historia a la hora de imaginar y soñar. Por ello, es probable que nuestro estado de soñolencia reproduzca o tome referencias de la trama leída.
La lectura es un arma combativa del insomnio y la OMS lo avala
Por todos estos motivos no extraña, por tanto, que podamos afirmar que, ante el insomnio, leer es una muy buena solución. Relajarnos después de un día ajetreado, desconectar tras los problemas de la rutina y ejercer un trabajo de concentración y aislamiento son los pasos clave para llegar a la cama con sueño y que estos sean favorables a nuestra salud mental.
No por nada la OMS (Organización Mundial de la Salud) asegura que con seis minutos de lectura ya se reducen los niveles de estrés un 60 %. Así que no, tus padres no te dan la lata con la lectura por nada: tiene un efecto real.