Para mejorar y fortaleces la memoria es necesario el consumo de vitaminas esenciales para fortalecer las habilidades cognitivas.
Una dieta sana y equilibrada, deporte y un descanso de calidad son las claves para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo y nuestra mente. En un mundo donde todo va tan rápido, hay que lidiar con horarios, excesos de tareas y responsabilidades, hiperconexión digital, y el estrés y la ansiedad son parte de nuestra rutina, nos acaba pasando factura. Tanto a nivel físico como mental. En este sentido, la alimentación juega un papel fundamental. En ella se encuentran vitaminas y nutrientes necesarios para contrarrestar los posibles problemas asociados al estrés crónico, como por ejemplo la falta de memoria.
Los problemas de memoria o la falta de concentración se pueden combatir gracias a un aspecto tan básico como es la alimentación. Y es que pocas veces encontramos dificultades asociadas a nuestro organismo que no se puedan mejorar con una dieta saludable y un buen aporte de nutrientes. Para fortalecer las habilidades cognitivas y el funcionamiento celular debemos incluir 13 vitaminas esenciales. Entre ellas destaca la vitamina B y sus ocho tipos.
Por qué son importantes las vitaminas del grupo B para la memoria
La vitamina B y sus ocho tipos: B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina), B7 (biotina), B9 (ácido fólico) y B12 (cobalamina), son fundamentales para el organismo. Ya que aportan nutrientes esenciales para prevenir el deterioro cognitivo. La vitamina B12 en concreto, desempeña un papel clave en la prevención de la perdida de memoria. Sin embargo, esta vitamina suele ser una de las deficiencias nutricionales más comunes en la mayoría de personas, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La vitamina B12 se encarga de la producción de glóbulos rojos en la sangre y del correcto mantenimiento del sistema nervioso central. Por lo que es imprescindible para el buen funcionamiento del organismo y del cerebro. Sin embargo, con el paso de los años disminuye la capacidad que tiene el cuerpo de absorber esta vitamina. Especialmente en el caso de las mujeres de más de 40 años de edad. Además otros factores que influyen en la carencia de B12 es la deficiencia de su ingesta diaria en alimentos. Así como otras alteraciones del organismo como la anemia o la gastritis atrófica.
Los alimentos con mayor aporte de vitaminas B12 son las vísceras, como el hígado de vaca (80 microgramos por cada 100 gramos), el marisco, el atún, el salmón, las carnes magras y blancas (cerdo, cordero, pollo), el huevo, los lácteos o los cereales.
Por otro lado, los síntomas que reflejan la carencia de este nutriente son: anemia, cansancio, pérdida de memoria, hormigueos y pinchazos, pérdida de pesos, dolores de cabeza o náuseas.