¿Quieres restar años a tu piel y prevenir los signos del envejecimiento? Te proponemos rejuvenecer tu piel con uno de los tratamientos más novedosos, la infiltración con vitaminas, con un resultado estético muy natural. Las propiedades de las vitaminas se alían, en esta ocasión, para ayudar a nuestra piel a lucir joven, radiante y sana. Unas pocas sesiones son suficientes para ver los primeros resultados. Un tratamiento que los expertos recomiendan comenzar a aplicar a partir de los 30-40 años, en función del tipo de piel y el estilo de vida. Vamos a ver cuáles son sus efectos.
La pérdida de elasticidad y luminosidad son dos de los signos más evidentes del envejecimiento de la piel. No solo por el tipo de piel, sino por el estilo de vida e, incluso, la genética, el órgano más grande de nuestro cuerpo puede ser más vulnerable a los efectos del envejecimiento. Para rejuvenecer nuestra piel, lo último en tratamientos de estética llega de la mano de las infiltraciones con vitaminas. Un revolucionario tratamiento que nos permite restar años y, sobre todo, reparar nuestra piel. Un tratamiento con unos resultados muy naturales, ya que, tal y como señalan los expertos, no modifica en absoluto los rasgos. La cara, el cuello y el escote son las tres zonas del cuerpo en las que se aplica con mayor frecuencia. De igual manera, las infiltraciones con vitaminas son un tratamiento muy eficaz para reparar zonas más frágiles, como el contorno de los ojos y la boca, una zona en la que tienden a aparecer con mayor frecuencia las arrugas.
Infiltración con vitaminas: cómo actúan
Las infiltraciones, solo con vitaminas o combinadas con ácido hialurónico, minerales, antioxidantes o silicio orgánico, entre otros productos, hidratan la dermis, incrementan la densidad de las fibras de colágeno y ayudan a neutralizar los efectos de los radicales libres. Un tratamiento no solo preventivo, ya que está especialmente indicado en los casos de deshidratación o envejecimiento prematuro de la piel.
¿Cuándo recurrir a este tratamiento? Tal y como hemos señalado, el tipo de piel y el estilo de vida –el tabaco, por ejemplo, es uno de los principales enemigos de la piel- influyen de manera directa en la salud de nuestra piel. No solo el tabaco, otros hábitos poco saludables también la hacen más vulnerable al envejecimiento prematuro, como el alcohol, el exceso de sol, una alimentación desequilibrada o la falta de cuidados cosméticos. En el caso de pieles sensibles, con signos de pérdida de elasticidad cutánea, lo más recomendable es aplicar las infiltraciones a partir de los 30. Si llevamos una vida saludable y nuestra piel permanece cuidada e hidratada, la mejor edad es a partir de los 40.
Procedimiento
Las infiltraciones son pinchazos o inyecciones de vitaminas en las zonas que están más desvitalizadas o donde han empezado a aparecer las arrugas. Antes de la infiltración, y tras limpiar y desinfectar la zona de la piel en la que vamos a trabajar, se aplica una crema anestésica. La sesión dura unos 40-45 minutos. Se recomienda un mínimo de seis sesiones para lograr un resultado óptimo y duradero. Sesiones en dos ciclos, y dejando descansar a la piel entre ambos.