Ictus: Nueva técnica para mejorar la recuperación, la cual se basa en el hallazgo de una forma más eficaz y segura para el paciente y que permite deshacer los coágulos de sangre que pueden aparecer en el cerebro, provocando daños que, en ocasiones, pueden llegar a ser irreversibles. Esto permite reducir los riesgos de daños cerebrales tras sufrir un ictus, una enfermedad en cuyo diagnóstico y tratamiento se da un paso importante con el desarrollo de esta nueva técnica, con la firma de los expertos en neurología.
El hallazgo de esta nueva técnica, la cual llega de la mano de investigadores y neurólogos de la Universidad Johns Hopkins en las universidades de Cincinnati y Chicago, permite eliminar los coágulos de sangre que aparecen en el cerebro, principal factor de riesgo de sufrir un daño cerebral tras haber padecido previamente un ictus. La técnica, más segura y más eficaz, evita el tener que cortar tejido cerebral o partes de cráneo. En torno a un centenar de pacientes, de edades comprendidas entre los 18 y los 80 participantes, participaron en este estudio, cuyos resultados han sido presentados en la recién celebrada conferencia internacional sobre salud. Todos tenían en común el haber sido diagnosticados de una embolia, uno de los accidentes cerebrovasculares más serios. Este trastorno, conocido el HIC, provoca la aparición de coágulos sanguíneos a consecuencia de la presión arterial alta incontrolada. Al acumular presión, el coágulo libera una sustancia química inflamatoria que puede llegar a causar serios daños en el cerebro, en algunos casos irreversibles.
Hasta ahora, y según las cifras aportadas por los expertos, el porcentaje de supervivencia en pacientes que sufren una hemorragia intracerebral se sitúa en el 50% aproximadamente, y solo el 10% opta por someterse a una técnica que, hasta ahora, resultaba altamente invasiva. Sin embargo, si se confirman los resultados y conclusiones de los últimos trabajos de investigación, estaríamos hablando de la posibilidad de aumentar notablemente este porcentaje, al reducir considerablemente los riesgos de daño cerebral tras un ictus.
La medicina sigue dando pasos importantes para ganar la batalla a enfermedades tan serias como las que afectan al cerebro, uno de los órganos más importantes y al que debemos prestar especial atención, sobre todo para reducir aquellos factores de riesgo que sí dependen de nosotros.