Ictus: Cien mil casos al año. Es la cifra de los diagnósticos de accidentes cerebrovasculares que se producen anualmente en nuestro país, tal y como ha arrojado Iberbictus, el estudio que ha llevado a cabo durante los últimos siete años el grupo de investigación de enfermedades cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, SEN, para evaluar la incidencia de este tipo de patologías en nuestro país. De hecho, tal y como recuerdan los investigadores, las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de mortalidad entre las mujeres y la segunda entre los hombres, así como la primera causa de discapacidad adquirida en la vida adulta.
Cien mil diagnósticos al año, lo que se traduce en una tasa de 187 accidentes cerebrovasculares por cada cien mil habitantes. Son los datos del trabajo de investigación elaborado por el Grupo de Estudio de la Sociedad Española de Neurología, presentados en su reunión anual y publicados en Cerebrovascular Diseases, y que han sido recogidos durante los últimos siete años en los centros hospitalarios de cinco provincia españolas (Almería, Lugo, Palma de Mallorca, Segovia y Toledo).
Durante este tiempo se han recogido datos de todos los casos de ictus diagnosticados en los centros sanitarios de estos cinco puntos de la geografía y, posteriormente, revisados por neurológicos y analizados por neuroimagen para su correcta clasificación. Esto ha permitido a los investigadores constatar algunos datos interesantes sobre la prevalencia e incidencia del ictus, al tiempo que se ha tratado de llenar un vacío en el campo de los estudios neuroepidemiológicos sobre enfermedades cerebrovasculares con una muestra amplia.
El ictus, tal y como lo define la SEN, es una alteración brusca de la circulación cerebral, afectando a una región concreta del cerebro. Pero el ictus también puede producirse por una hemorragia producida por la rotura de un vaso del cerebro. En el primer caso estaríamos ante un ictus isquémico, cuya consecuencia suele ser el infarto cerebral. El segundo, ante un ictus hemorrágico.
Una de las primeras conclusiones que han podido constatar los autores de Iberbictus es que se trata de un problema de salud con una mayor incidencia entre la población masculina frente a la femenina. Asimismo, los autores han cifrado la incidencia de los ataques isquémicos transitorios en 30 por cada cien mil habitantes, mientras que la incidencia del ictus sería mucho mayor, 150 casos por cada cien mil habitantes. De estos, la mayoría son isquémicos (el 80 por ciento de los casos) y el resto hemorrágicos (20%). Asimismo, los primeros están suelen estar relacionados con la aterotrombosis u otras patologías cardiacas capaces de provocar embolias.
Los accidentes o enfermedades cerebrovasculares están relacionados con la edad, aumentando los riesgos a medida que nos hacemos mayores. De ahí la importancia de este estudio, ya que el caso de España la pirámide demográfica está marcada por un destacado envejecimiento poblacional. Primer motivo que hace pensar a los especialistas que no es descartable que, en un futuro más o menos cercano, aumenten los casos del que está considerado como un problema de salud de primer orden, los accidentes cerebrovasculares. Controlar las cifras de incidencia pasa por seguir mejorando la prevención y las estrategias terapéuticas y sociosanitarias. Prevención que pasa, como también recuerdan los médicos y especialistas, por controlar factores de riesgo como la hipertensión arterial, el padecer alguna patología cardiaca, el tabaco, la diabetes, la obesidad, la falta de ejercicio físico y unos niveles desequilibrados del colesterol y triglicéridos.