Hipo constante: ¿A qué se debe?

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Hipo constante: ¿A qué se debe? El hipo, tan repentino e involuntario como incómodo, puede ser algo más que un malestar pasajero. Y es que el hipo, aunque se le adjetiva como síntoma sin importancia porque generalmente dura poco, también puede ser persistente y la señal de que algo no va bien en nuestro organismo. ¿Por qué se produce el hipo?, ¿cuándo debe consultarse al médico? Estas son algunas de las preguntas que es aconsejable responder para saber cómo actuar ante un episodio de hipo.
 
El hipo, al igual que sucede con otros trastornos como los calambres nocturnos, un leve mareo o un temblor de párpados, suelen considerarse síntomas sin importancia, porque lo cierto es que no suelen revestir gravedad, pero en ocasiones conviene consultar. Y uno de estas ocasiones es cuando aparece el hipo constante o persistente. Antes de seguir adelante, conviene contestar a una pregunta. ¿Qué es el hipo?, ¿por qué se produce?
 
El hipo se debe a la irritación del diafragma –el músculo que separa el tórax del abdomen-, generalmente debida a la dilatación del estómago por comer o beber demasiado y muy rápido, por tomar alimentos demasiado picantes o muy condimentados, o por un cambio repentino de temperatura, tanto de los alimentos como de la propia temperatura corporal. El consumo excesivo de bebidas alcohólicas y bebidas gaseosas, así como fumar demasiado e, incluso, la excitación y reírse con ganas, pueden desembocar en un episodio de hipo. Sin olvidar el estrés emocional, el cual los especialistas también incluyen entre la larga lista de causas que pueden provocar la aparición del hipo. Cuando el diafragma se contrae, rápidamente se cierra la glotis y nuestra garganta emite el característico sonido del hipo.
 
Tal y como hemos señalado, el hipo suele ser un incómodo, pero pasajero trastorno. En la mayoría de los casos, desaparece tal y como llegó, de manera espontánea a los pocos minutos de aparecer. Si no desaparece enseguida, entre los trucos o remedios para quitarlo está el tragar rápidamente una cucharita de azúcar blanco granulado seco. Otros remedios comunes son aguantar la respiración, beber un vaso de agua fría, expulsar el aire en una bolsa o inspirar de manera rápida (similar a cuando nos dan un susto).
 

Hipo: ¿Cuándo preocuparse?

Si el hipo no desaparece y dura horas, incluso días (hipo crónico), puede deberse a una enfermedad grave, como una lesión o infección del sistema nervioso; irritación del diafragma por un tumor o inflamación; trastornos metabólicos o infecciones, así como procesos localizados en oídos nariz, tórax o abdomen. En estos casos, hay que consultar al médico para constatar cuál es la verdadera causa que provoca el hipo y administrar el tratamiento farmacológico más adecuado.
 
Cuando el hipo deja de ser anecdótico y se vuelve persistente no solo puede ser un síntoma de alguna patología, sino que afecta de manera notable a la calidad de vida de quien lo padece, ya que puede provocar problemas de sueño, pérdida de peso, cansancio, ansiedad y mayor irritabilidad o, en la peor de las situaciones, un bloque auriculoventricular.

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