El flujo se puede definir como la secreción vaginal que ejerce de escudo protector de la zona genital femenina. El flujo, asimismo, es un buen indicador del momento del ciclo menstrual en el que nos encontramos, especialmente para saber los mejores días para quedarse embarazada, ya que el flujo cambia con la ovulación (no solo aumenta, sino que es más transparente y elástico). Cambios en el flujo vaginal que se van a seguir produciendo durante el embarazo.
De entrada, es normal que cualquier cambio que se produce en nuestro cuerpo, especialmente si se trata del primer embarazo, nos genere dudas e, incluso, preocupación. Entre estos cambios, nos detenemos en el flujo vaginal, el cual es normal que aumente durante el periodo de gestación, así como que se produzcan leves cambios en su apariencia. Para considerar que todo está bien, este flujo (o leucorrea) debe tener un color blanco, casi transparente, de textura elástica y no despedir olor. En realidad, es muy parecido al flujo vaginal regular, si bien se genera en mayor cantidad. Además, hay que tener en cuenta que este flujo, durante el embarazo, también ejerce de tapón mucoso para bloquear el cuello uterino y prevenir el riesgo de infecciones en el feto.
Es muy importante, y no solo durante el embarazo, prestar atención a los posibles cambios que experimente el flujo vaginal, ya que nos puede alertar de la presencia de algún tipo de infección. Si detectamos algún cambio, conviene consultar al médico para saber exactamente la causa y adoptar el tratamiento más adecuado.
Durante el embarazo, por los cambios hormonales y por el aumento del flujo, la mujer es más vulnerable a padecer infecciones vaginales. En estos casos, el flujo adquiere un color más blanco, incluso amarillento o verdoso, y se vuelve más denso. Atención a otros síntomas, como ardor, enrojecimiento o picazón de la zona íntima. Puede tratarse de una infección o de un desequilibrio en la flora vaginal. También hay que prestar atención si el flujo va acompañado de la presencia de restos de gotas de sangre. Especialmente durante el segundo trimestre, hay que vigilar las pérdidas de sangre ya que pueden ser un síntoma de aborto.
Por su parte, cuando en las últimas semanas se produce la pérdida de un flujo más líquido y constante, puede tratarse de líquido amniótico, por lo que conviene consultar al médico. También puede producirse, en torno a unos 10 días antes del parto, la expulsión del tapón mucoso, señal inequívoca de que el nacimiento del futuro bebé está muy cerca.
Consejos higiene femenina Si durante el embarazo, el aumento del flujo resulta incómodo, podemos utilizar un salvaslip o toallitas higiénicas. Lo que no hay que hacer nunca es utilizar tampones. También conviene evitar las duchas vaginales, ya que pueden multiplicar los riesgos de una infección. También es aconsejable evitar la ropa demasiada ajustada, y elegir mejor ropa interior de algodón, así como los jabones perfumados o los productos en aerosol. Dos duchas al día (por la mañana y por la noche) son suficientes para sentirnos más cómodas durante el embarazo.
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