Exceso de sal: ¿Igual de perjudicial que el tabaco?

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Exceso de sal: ¿Igual de perjudicial que el tabaco? Menos sal es sinónimo de más salud. Excedernos es, según la Fundación Española del Corazón, un factor de riesgo tan perjudicial como el hábito de fumar. El consumo recomendado de sal al día, según la Organización Mundial de la Salud, es de 6 gramos. En nuestro país duplicamos esa cifra. El motivo puede estar en que desconocemos que el exceso de sal puede ser un factor de riesgo de trastornos cardiovasculares y patologías como osteoporosis, insuficiencia renal o cáncer de estómago.
 
De ahí la importancia de moderar su consumo, incluso de apostar por otros sustitutos más saludables y que no restan sabor a los alimentos. El consejo reside en la relevancia que tiene el cuidado de nuestro corazón, órgano fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Además, tal y como constatan los médicos, un corazón sano es sinónimo de un cerebro sano.
 
El consejo de la Fundación Española del Corazón es sencillo: reducir el consumo de sal a menos de la mitad conseguiremos beneficios para nuestra salud comparables a los de dejar el hábito del tabaco. Puede que la comparación resulte exagerada, pero en cuestión de salud y prevención de enfermedades la concienciación es clave para la prevención.
 
Prevenir es salud y, en este caso en concreto, tomar menos sal ayuda a reducir los riesgos, como hemos visto, de enfermedades cardiovasculares, osteoporosis o insuficiencia renal. Pero no es el único problema, ya que la sal también puede contribuir a aumentar los niveles de tensión arterial. En concreto, la sal provoca una mayor retención de líquidos, lo que conlleva una mayor presión sobre las arterias, factor de riesgo de la hipertensión. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la hipertensión está detrás de más del 60% de los accidentes cardiovasculares y de más del 40% de las patologías del corazón.
 

¿Por qué tomamos tanta sal?

La sal es uno de los ingredientes que no falta en ninguna cocina. Sin embargo, la mayor proporción de la sal que ingerimos lo tomamos a través de los productos precocinados y envasados. La sal se empezó a utilizar para la conservación de los alimentos. De hecho, añadir sal durante el proceso y el consumo no es necesario, por lo que básicamente tomamos sal para darle más sabor a los alimentos.
 

Reducir el consumo de sal: Beneficios

La recomendación de la Fundación Española del Corazón viene avalada por múltiples estudios. Pero han sido diversos los organismos que, a lo largo de los últimos años, han indagado en los beneficios de reducir el consumo de sal. Un ejemplo lo encontramos en el estudio que simulaba los efectos (incidencia y prevalencia de las enfermedades cardiovasculares) de reducir la ingesta diaria de sal en la población de Estados Unidos. Los resultados fueron publicados en The New England Journal of Medicine y constataron que reducir a la mitad la ingesta de sal (3 gramos) reducirá la incidencia de trastornos cardiovasculares entre 60.000 y 120 mil casos; de ictus entre 32.000 y 65.000; o de infarto de miocardio entre 54.000 y 99.000.
 
Precisamente, fruto de estos resultados, algunos países ya han puesto en marcha medidas para reducir la ingesta de sal. Hablamos de Finlandia, país que ya en la década de 1970 puso en marcha una campaña para reducir la ingesta de sal de los 12 a los 9 gramos diarios. Los resultados fueron que lograron reducir los casos de enfermedades cardiacas y accidentes cardiovasculares en más de un 75%.

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