El trabajo puede desencadenar en distintas dolencias vinculadas con malos hábitos o con condiciones desfavorables
El trabajo, según la Organización Mundial de la Salud, es un factor desencadenante de más de 2,000 afecciones de salud distintas, incluyendo el estrés, dolencias osteomusculares, problemas respiratorios y trastornos visuales, entre otros.
Cada día, millones de personas en todo el mundo pasan largas horas en sus lugares de trabajo, lo que puede tener un impacto significativo en su bienestar físico y mental. En este artículo, exploraremos algunas de las dolencias laborales más comunes y discutiremos estrategias efectivas para prevenirlas. Las molestias laborales son diversas y pueden variar ampliamente según el tipo de trabajo que realices. A continuación, se destacan algunas de las dolencias más frecuentes que los trabajadores enfrentan:
La fatiga visual
La fatiga visual es un problema común, especialmente para aquellos que pasan largas horas frente a pantallas de ordenador. Trabajar en condiciones de iluminación inapropiadas o frente a una pantalla brillante puede aumentar la fatiga ocular y el riesgo de trastornos visuales.
Para reducir la fatiga visual, se recomienda evitar trabajar con una iluminación excesiva, asegurándose de que la pantalla de la computadora esté a la altura de los ojos y manteniendo una distancia adecuada de la pantalla. Además, tomar descansos regulares para mirar objetos lejanos y parpadear con frecuencia puede ayudar a mantener los ojos hidratados y reducir la fatiga.
Dolores de espalda
Los dolores de espalda son una de las principales causas de baja laboral en todo el mundo. Las malas posturas, como encorvarse frente a un escritorio durante horas, pueden ejercer presión sobre la espalda y causar molestias y dolor.
Para prevenir los dolores de espalda, es fundamental mantener una postura adecuada en el trabajo. Si trabajas de pie, es aconsejable cambiar de posición con regularidad y utilizar un reposapiés si es necesario. Si trabajas sentado, asegúrate de que tu silla y tu escritorio estén configurados ergonómicamente, apoyando la espalda y manteniendo los pies en el suelo.
Estrés por trabajo
El estrés laboral es un problema generalizado en la sociedad moderna. Las altas cargas de trabajo y las responsabilidades constantes pueden afectar negativamente la salud mental y emocional de los trabajadores.
Para combatir el estrés, es esencial desconectar durante el tiempo libre y participar en actividades relajantes como el deporte o la música. Practicar la atención plena, aprender a relajarse y establecer límites entre el trabajo y la vida personal también son estrategias efectivas para manejar el estrés.
Problemas respiratorios o infecciones
En entornos de trabajo cerrados y mal ventilados, los problemas respiratorios y las infecciones pueden propagarse fácilmente. Mantener un ambiente de trabajo adecuadamente ventilado y controlar la temperatura puede ayudar a prevenir estos problemas.
La temperatura ideal en una oficina debe mantenerse entre 20 y 24 °C en invierno y entre 23 y 26 °C en verano. Si el ambiente es especialmente seco, un humidificador puede ser beneficioso, ya que puede evitar la propagación de virus y bacterias. Sin embargo, es importante mantener la humedad relativa entre el 40% y el 60% para evitar problemas de salud.
Conceptos erróneos sobre el trabajo
En el entorno laboral, a menudo se dan por sentadas algunas creencias y prácticas sin cuestionar si son verdaderas o falsas. Aquí hay algunas ideas relacionadas con el trabajo que vale la pena examinar más de cerca:
- La hidratación excesiva: ¿Es cierto que debemos beber grandes cantidades de agua en el trabajo? La respuesta es un matiz de verdadero y falso. La hidratación adecuada es esencial, pero el consumo excesivo de agua, más de 3 litros al día, puede llevar a una pérdida de minerales en el cuerpo.
- Música con auriculares: Escuchar música con auriculares puede ayudar a concentrarse, pero el volumen y la duración son importantes. Se recomienda mantener el volumen a un nivel moderado y limitar la duración a un máximo de 60 minutos al día para proteger la audición.
- Comodidad en la vestimenta: No siempre los pantalones son la prenda de trabajo más cómoda, especialmente para las mujeres. Usar falda puede ser más confortable y facilitar la circulación sanguínea, reduciendo el riesgo de problemas circulatorios.
- El aire acondicionado es perjudicial: Este es un mito. Los sistemas de aire acondicionado modernos están diseñados para purificar el aire y evitar la propagación de partículas dañinas. Por lo general, no representan un riesgo para la salud.
En resumen, mantener la salud en el trabajo es esencial para el bienestar general. Al prestar atención a las condiciones laborales, adoptar prácticas saludables y cuestionar las creencias comunes, podemos proteger nuestra salud y rendir mejor en el trabajo. Cada trabajador es diferente, por lo que es importante adaptar estas estrategias a las necesidades y circunstancias individuales. Al hacerlo, podemos lograr un ambiente de trabajo más saludable y productivo.