El estrés y la menstruación no son buenos compañeros. ¿Qué nos pasa a las mujeres cuando pasamos por períodos de alto nerviosismo? ¿Es normal que el ciclo se nos retrase o sufra algún trastorno? La respuesta es contundente, sí. Y es que cuando nos alteramos, todo nuestro cuerpo se revoluciona, incluidas las hormonas.
El sistema nervioso y las hormonas son dos de los factores más importantes durante el ciclo menstrual. El estrés afecta de forma desfavorable a todo nuestro organismo: estamos más irritables, no conciliamos el sueño, comemos poco o compulsivamente… Del mismo modo afecta a la menstruación provocando:
- Ciclos irregulares: La menstruación cambia, es más abundante, más corta o simplemente no sigue el esquema de los 28 días.
- Retirada del período, lo que conocemos como amenorrea.
- Interrupción de la menstruación.
- Aumento del dolor abdominal.
- El síndrome premenstrual se acentúa, ya que estamos más sensibles.
- Sensación de cansancio durante todo el día.
Como ves, el estrés no nos aporta nada bueno. Aparte de sufrir las consecuencias en la menstruación, estarás alterada y lo notarás en tu cuerpo con pulsaciones elevadas, arritmias, sofocos, irritabilidad, etc.
Ante situaciones como esta lo mejor es relajarse. Prueba a hacer deporte o apúntate a hacer yoga, sus beneficios calmantes están totalmente probados y verificados. Pero ante todo, piensa que es tu salud y tu cuerpo los que se ven perjudicados y debes hacer lo posible por cambiarlo.