Todos podremos experimentarlos futuramente. Estos son los principales miedos de las personas mayores: una situación delicada
El miedo es una de las sensaciones más normales que existen en el día a día. De hecho, para ser exactos, es una de las cuestiones que radican en nuestro colectivo popular sabiendo a ciencia cierta que es impensable no experimentar este tipo de sensación alguna vez en nuestra vida. Hay que ser claros y tajantes al respecto debido, principalmente, a que cualquier minucia puede transportarnos en nuestro cerebro algo irreal que nos haga actuar con cierto recelo sabiendo que nos puede atemorizar.
Y esto tiene distintos grados dependiendo de la edad que poseamos en un momento determinado. Para ser exactos, la realidad es que todo depende de muchos factores siendo el principal cuando estamos en una edad infantil o una niñez que nos hace que nos den miedo cosas irreales que no tienen que ver con la vida como tal. Cuando crecemos y somos adultos también experimentamos otro tipo de temor. Algo que se agranda a otras dimensiones cuando pasamos la edad de la jubilación y estamos ya viviendo ese merecido tiempo de descanso tras haber estado trabajando toda la vida.
Los principales miedos en personas mayores
Valorando todos los tipos de miedo que existen, la realidad es que al llegar a la edad de la jubilación hay bastantes que persisten y dominan el imaginario colectivo por encima del resto. Hay que tener en cuenta muchos factores al respecto y en ese sentido podemos no dudar, bajo ningún concepto, de que estamos ante temores reales. Un ejemplo claro es el de la soledad. Muchas personas de avanzada edad tienen miedo a ello debido a que con el tiempo se van perdiendo amigos y seres queridos hasta el punto de disminuir las interacciones sociales.
También existen miedos a enfermedades y lesiones como consecuencia de que en la tercera edad es mayor el riesgo de desarrollar enfermedades de tipo crónico o de sufrir algún tipo de lesión. Esto puede llegar a generar estrés. También hay miedo a la muerte porque no se sabe a ciencia cierta y nunca se podrá conocer que hay después de ella y al avanzar en la edad sabemos que estamos en los últimos coletazos de nuestro día a día.
También hay miedo a la pérdida de control en cuanto a problemas de salud, independencia y movilidad se refiere. Las personas mayores si pueden atemorizar por perder el control de su propia vida y volverse dependientes. También hay miedo a la pobreza y a la inseguridad financiera para hacer frente a gastos imprevistos. La tecnología puede generar ansiedad debido a que es algo más moderno y no adecuado a sus tiempos. También puede haber temor sobre potenciales fraudes y estafas que merman su capacidad para confiar en los demás. Por último, las lesiones y las caídas también pueden generar algún tipo de temor, al igual que la posible adaptación a las nuevas rutinas.