Los remedios caseros no siempre son la mejor solución, y en lo que respecta a la limpieza de oídos pueden causarnos infecciones.
La limpieza de los oídos es una parte importante de la higiene personal, pero hacerlo de manera incorrecta puede aumentar el riesgo de infecciones y lesiones en el canal auditivo. Con frecuencia, se recurre a métodos inapropiados como el uso de hisopos de algodón u otros objetos punzantes, lo cual puede empujar la cera más profundamente en el oído y causar daño.
Por eso es fundamental conocer cómo limpiarnos los oídos para no provocarnos problemas o infecciones que pueden ser peligrosas a largo plazo. La regla más importante es nunca introducir objetos como hisopos de algodón, palillos o cualquier otro objeto punzante en el canal auditivo. Estos objetos pueden empujar la cera hacia dentro, provocar lesiones en el oído e incluso perforar el tímpano. La cera del oído, en su mayoría, se eliminará naturalmente con el tiempo.
La mejor forma de limpiar nuestros oídos
Usa un paño suave y húmedo para limpiar suavemente la parte externa de la oreja y el lóbulo. Evita frotar con fuerza, ya que esto puede irritar la piel sensible y causar molestias. Si sientes que tienes una acumulación significativa de cera en el oído que está causando molestias, puedes utilizar gotas para ablandar la cera disponibles en la farmacia. Sigue las instrucciones del producto y deja que el líquido actúe durante unos días antes de intentar limpiar tus oídos. Una vez que la cera se haya ablandado con las gotas, puedes limpiar tus oídos con agua tibia en la ducha. Inclina la cabeza hacia un lado y deja que el agua fluya suavemente sobre el oído afectado. No uses una fuerza excesiva ni introduzcas el chorro de agua directamente en el canal auditivo.
Después de la ducha, seca suavemente la parte externa de tus oídos con una toalla limpia y seca. No introduzcas la toalla dentro del canal auditivo. Si experimentas síntomas como dolor de oído, pérdida de audición o secreción inusual, consulta a un médico o a un especialista en oídos, nariz y garganta (otorrinolaringólogo). Estos síntomas pueden indicar una infección u otro problema que requiere tratamiento profesional.
Siguiendo estos consejos, puedes mantener tus oídos limpios y saludables sin correr el riesgo de infecciones o lesiones. Recuerda que la mejor manera de limpiarte los oídos es dejar que el cuerpo haga su trabajo de forma natural y evitar la manipulación innecesaria. Tu salud auditiva es invaluable, así que cuídala con atención y precaución.