Esponjas vaginales: Cómo usarlas, ventajas y desventajas

¿Qué son las esponjas vaginales? Se trata de una esponja sintética (de espuma o de látex) o natural (esponjas marinas), con forma anatómica, blanda al tacto, que se ha convertido en un método alternativo de recogida del sangrado (como las copas menstruales) y para mantener relaciones sexuales durante la menstruación. Fáciles de usar (muy parecidas a los tampones), se pueden adquirir sin receta en la farmacia. En el caso de las esponjas marinas, la variante ecológica, duran de 6 a 12 meses y hay que limpiarlas después de cada uso. Para introducirla, primero se moja en agua. Eso sí, hay que reseñar que la esponja vaginal no es un método anticonceptivo para prevenir el embarazo o evitar el contagio de ETS. Vamos a ver, más detenidamente, cuáles son las ventajas y desventajas de las esponjas vaginales.

Ventajas

Una de las ventajas de las esponjas vaginales es que se pueden mantener durante más tiempo que el tampón (hasta 8 horas), por lo que en ocasiones se pueden utilizar como alternativa (para practicar deporte, para los viajes, por ejemplo), y son menos molestas que las copas menstruales; además, permiten mantener relaciones durante la regla de una manera cómoda, higiénica y segura. No tiene cordón, por lo que puedes utilizarlos para nadar o para ir a la sauna sin que nadie sepa que estás en los días de la regla; y se adaptan perfectamente al cuerpo.Tampoco produce cambios hormonales.

Inconvenientes

¿Tienen algún inconveniente las esponjas vaginales? No protege de las ETS, en algunos casos pueden provocar reacciones alérgicas y, salvo las naturales (las cuales se deben limpiar bien), no son reutilizables.

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