Los sentimientos, emociones, problemas y diferentes situaciones de nuestra vida hacen que podamos envejecer rápidamente
Hay algo contra lo que todo ser humano no puede luchar y son los segundos que va marcando el reloj. El tiempo hace que inevitablemente envejezcamos y aunque es verdad que no podemos hacer nada en cuanto a nuestra edad cronológica, sí podemos variar nuestra edad biológica, porque esta es el resultado de diferente factores y es mucho más flexible. La edad cronológica es aquella que tiene que ver con el estado de nuestro cuerpo y sus organismos. Por otro lado, la biológica es la condición real del organismo.
Aquí se tiene como referencia la edad cronológica y se compara con el estado funcional interno. Así que, la edad biológica no tiene porque coincidir con la gana cronológico. En ocasiones puede tener un mayor envejecimiento, pero igualmente puede ser menor. También, en la edad biológica incide en la genética y el tipo de vida que llevemos. Es aquí donde el estrés severo importancia, ya que según varios estudios puede subir la edad biológica y por lo tanto que el ritmo de envejecimiento de las personas crezca.
Cuando nos vemos superados por diferentes situaciones de nuestra vida, es cuando el estrés da la cara. La cantidad de demandas que tenemos en los diferentes aspectos de nuestra carrera profesional, relaciones de pareja o amigos hacen que en muchas ocasiones la mente se encuentre desbordada. Todas ellas hacen que tengamos una conducta proactiva para generar soluciones, con lo cual se agiliza el pensamiento para aumentar la eficiencia. En estos casos, el estrés puede ser hasta un poco beneficioso, pero empieza ser perjudicial cuando no se restaura esa energía realizada y se produce un gasto importante en el organismo.
Las situaciones diarias pueden provocar estrés y nos envejecen
Conocemos que ciertos eventos estresantes aceleran el ritmo de envejecimiento. Hay estudios que inciden en que el daño se produce pasados los días o meses, cuando la causa del estrés que lo provocó ya ha concluido.
Por tanto, nos queda claro que el estrés hace que nuestra edad biológica incremente sus fases a un ritmo bastante rápido. Es por eso que en ese sentido tenemos que tener mayor resiliencia psicológica, mayor capacidad para superar las adversidades y que esto no nos generen ansiedad.
Está demostrado científicamente que aquellas personas que tienen una alta resiliencia psicológica superan los problemas más rápido. Así que para prevenir este envejecimiento por estrés, lo importante es tener una mente fuerte para poder afrontar cualquier adversidad que nos genere el día a día. Tenemos que aprender a tener una mejor regulación del autocontrol y los sentimientos, pero sobre todo no podemos ser una victima fácil de nuestras emociones y que ellas sean las que manden en nuestra vida, porque así nunca podremos llegar a alcanzar la felicidad plena.
