La dishidrosis, también conocida como eccema dishidrótico, es un problema de la piel entre cuyos principales síntomas se encuentra la aparición de unas pequeñas ampollas o vesículas (rellenas de líquido), especialmente localizadas en las palmas de las manos y de los pies. ¿Por qué aparecen?, ¿cuál es el mejor tratamiento o remedios naturales para combatirlas?
La dishidrosis es una forma de dermatitis crónica que se manifiesta con la aparición de pequeñas vesículas, las cuales posteriormente se descaman. Suelen llegar acompañadas de picor, por lo que pueden llegar a ser muy molestas, sobre todo teniendo en cuenta además que se localizan preferentemente en las manos y en los pies. Vamos a ver algunos datos y consejos útiles para combatir un trastorno dermatológico que puede llegar a ser realmente molesto. Si la dishidrosis se vuelve crónica pueden aparecer grietas, fisuras e infección bacteriana en las zonas afectadas.
Dishidrosis: síntomas
Entre los síntomas más evidentes están, como hemos señalado, las vesículas epidérmicas, pequeñas, redondas y antiestéticas. Aparecen sobre todo en las palmas de las manos y de los pies (dishidrosis plantar), en los laterales y parte posterior de los dedos de las manos y los pies. Por lo general, las vesículas persisten durante tres o cuatro semanas, hasta la rotura de las vesículas y la descamación de la zona afectada.
Dishidrosis: causas
Difícil, incluso casi imposible, señalar con precisión cuáles son las causas del origen de la dishidrosis. Los verdaderos responsables son todavía desconocidos, pero sí se conocen los factores de riesgos que van desde el estrés a la alergia a los metales, como el níquel. Tanto por contacto directo, como por su ingesta a través de los alimentos, puede ser un factor de riesgo de dishidrosis. También puede ser una respuesta a una infección por hongos en los pies.
Sí es cierto, tal y como constatan los especialistas en dermatología, que esta alteración es más frecuente entre los pacientes con antecedentes de dermatitis atópica, bronquitis asmática y estornudos alérgicos. En el caso de los fumadores, es aconsejable dejar el hábito del tabaco ya que puede agravar la sintomatología.
Dishidrosis: tratamiento
Aunque todavía no hay un tratamiento definitivo para combatir la dishidrosis, sí hay terapias y fármacos que ayudan a mitigar las molestias. Siempre bajo prescripción médica, se pueden tomar antihistamínicos y corticoides tópicos, eficaces para reducir las molestias relacionadas con la aparición de las vesículas y para calmar el picor.
En los casos de dishidrosis crónica y recurrente uno de los tratamientos más efectivos es el de los rayos ultravioletas, en tres o cuatro sesiones semanales durante un mes al menos.
Dishidrosis: remedios naturales
Las cremas emolientes, geles o productos elaborados a base de aloe vera –con propiedades calmantes- pueden resultar muy útiles para aliviar las molestias de la dishidrosis. Aplicar compresas empapadas de manzanilla, o sumergir las manos y pies en agua con almidón de arroz o bicarbonato sódico pueden ayudar a combatir la picazón.
Junto a los remedios naturales, hay otros consejos básicos para prevenir su aparición, tales como mantener las manos y los pies siempre limpios y secos, utilizar calzado transpirable y, siempre que sea posible, utilizar guantes y calcetines. Evitar cualquier situación de riesgos como caminar descalzos por la piscina o zonas de aguas estancadas, un hábitat para los hongos y los agentes infecciosos.
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