Dos técnicas de diagnóstico por imagen que se usan para comprobar que las mamas no tienen lesiones internas.
Tanto la mamografía como la ecografía ayudan a la detección precoz del cáncer de mama, siendo cada vez más precisas por los grandes avances tecnológicos que van apareciendo. No obstante, tienes que saber que son dos técnicas distintas, pero que se complementan. En primer lugar, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la mamografía es un método de cribado para el cáncer de mama. Es una radiografía que detecta el 90% de los tumores y permite incluso avistar lesiones que pueda tener la mama hasta dos años antes de que se pueda palpar.
Las mamografías se hacen de pie con un aparato que se llama mamógrafo, en el cual, se emplean los rayos X y no es necesaria ninguna preparación previa. Es recomendable que se realice cuando haya pasado una semana de la menstruación, y en España se realizan estas revisiones cada dos años en las mujeres que vayan desde los 50 a los 69 años. Siempre que no tengan patologías o síntomas previos.
Es una prueba no dolorosa, aunque sí puede resultar algo molesta, debido a que el mamógrafo tiene que presionar la mama para que la imagen sea correcta y clara. Por norma general, para que todo el seno quede analizado, se hacen dos tomas de imágenes por cada uno. La radiación es mínima, por lo que esta prueba no es peligrosa para la salud.
La ecografía, un complemento de la mamografía
La ecografía, por su parte, es una radiografía en la cual se ve la densidad y la estructura de los tejidos. Se recomienda su ejecución en mujeres menores de 35 años o en mujeres mayores de esa edad como complemento de la mamografía.
Es una técnica, en la cual, se usan ultrasonidos que rebotan en la mama y se convierten, posteriormente, en imágenes. Se realiza con una sonda con gel y no es necesario presionar el seno, como ocurre con la mamografía; por lo que no es dolorosa. Tampoco es imprescindible llevar a cabo una preparación para la prueba y no emite ningún tipo de radiación, así que no es dañina para la salud. Además, como no emiten rayos X, la ecografía sí puede hacerse en mujeres embarazadas.
Como se ha visto, son dos técnicas muy diferentes. Cabe destacar, en cuanto a su utilización, que la mamografía es el método principal para detectar de forma temprana el cáncer de mama, ya que en la ecografía resulta muy compilado avistar las microcalcificaciones, los primeros signos de este cáncer. Asimismo, se usan más las mamografías porque abarcan toda la zona mamaria y en mujeres con senos densos, los especialistas, al hacer las ecografías, pueden dejarse alguna pequeña zona sin examinar.
Eso sí, hay que tener claro que ninguna es mejor que otra: son dos pruebas distintas y complementarias. Esperamos a ver resuelto tus dudas y que hayas comprendido en qué consiste cada técnica. No obstante, recuerda acudir a un especialista ante cualquier preocupación.