Diez razones para tomar café

¿Es bueno tomar café? Te vamos a dar diez razones para disfrutar de una taza de café, sin prisas, y sacando el máximo partido a sus beneficios. Eso sí, por su contenido en cafeína, y como en todos los aspectos relacionados con la salud y la alimentación, su consumo debe ser moderado. Es decir, multiplicar el consumo de café no aumenta sus beneficios.
 
¿Te apetece una taza de café? Hay diez motivos para dar una respuesta afirmativa y aceptar la invitación. El café, en concreto la cafeína, reúne un compendio de beneficios para la salud a tener en cuenta. Lógicamente, el café cuenta con sus detractores, asegurando que su consumo excesivo puede ser malo. Efectivamente, como todo exceso, tomar mucho café puede generar ansiedad y aceleración del ritmo cardiaco. De igual manera, hay que tener cuidado con el consumo de café durante el embarazo, pero en cualquier caso el café, por sus propiedades, se merece estar en la lista de alimentos beneficiosos para la salud.
 

Beber café para mejorar la digestión

El café, tomado como bebida después de una comida, puede ser una excelente forma de favorecer la digestión. El café, y esto es importante, tiene la capacidad de aumentar la producción de jugos gástricos, gracias a la acción de las sustancias aromatizantes que se producen durante el tostado. Estas sustancias son capaces de actuar sobre la movilidad intestinal. Motivo por el que, además, el primer café de la mañana también puede ser un excelente remedio para combatir el estreñimiento.
 

Tomar café para combatir la celulitis

El consumo de café es bueno para ganar la batalla a la antiestética celulitis. De hecho, el café es una de las bebidas que ayudan a eliminar el exceso de líquidos en el cuerpo. Una propiedad del café que podemos aprovechar preparando una taza con café molido.
 

Beber café para combatir la depresión

¿Sabías que tomar cuatro o más tazas de café a la semana ayuda a combatir la depresión? Así lo ha constatado un reciente estudio de investigación en el que participaron mujeres, corroborando que el café, entre sus efectos, puede sumar el de ser una sustancia psicoactiva.
 

Beber café para fomentar el rendimiento intelectual

Solo por el hecho de contener sustancias psicoactivas, el café es un buen estimulante para la memoria, capaz de activar nuestras capacidades mentales, especialmente cuando se trata de conectar una pregunta con una respuesta inmediata.
 

Beber café para bajar de peso

Beber café ayuda a adelgazar y a ganar la batalla a la báscula. ¿Cómo? El café aumenta la energía y, al tiempo, favorece la quema de ácidos grasos. Especialmente interesante en este caso es tomar café amargo, ya que el café sin azúcar ayuda a quemar grasa. Por otro lado, el café, si eres deportista, mejora la resistencia muscular.
 

Beber café para ralentizar el envejecimiento

El café es una bebida muy rica en antioxidantes naturales, moléculas que son capaces de prevenir el daño causado por los radicales libres, los cuales determinan el envejecimiento. La función de retardar el envejecimiento es gracias a la acción de los ácidos clorogénicos del café.
 

Beber café para proteger el hígado

Diferentes estudios han sido capaces de demostrar que beber hasta dos tazas al día ayuda a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de hígado, es decir, actúa como un buen protector de este órgano.
 

Beber café para respirar mejor

El café también actúa como un broncodilatador, ayudando a mejorar la oxigenación y la capacidad pulmonar. Si quieres respirar mejor, además de los ejercicios específicos de respiración, también es interesante tomar una taza de café.
 

Beber café para proteger el corazón

Y en especial el corazón de las mujeres, tal y como constatado una investigación médica llevada a cabo en Rotterdam. El café, según los investigadores, puede reducir la calcificación coronaria en las mujeres. El café, en concreto, contiene ciertos compuestos que pueden reemplazar a los estrógenos.
 

Beber café para reducir los riesgos de la menopausia

El café puede ser un buen aliado para reducir los efectos de la menopausia, gracias a que puede disminuir los niveles plasmáticos de proteína C reactiva. Esta última identifica la inflamación provocada por el aumento de peso después de la menopausia.