La dieta para paliar el dolor crónico se traduce en aumentar el consumo de aquellos alimentos que, por sus propiedades, tienen un efecto analgésico, así como evitar los que favorecen la inflamación y el dolor. El dolor crónico puede mermar seriamente la calidad de vida, y de ahí que adoptar unos correctos hábitos nutricionales sea una de las medidas claves del tratamiento. Somos lo que comemos, cuando estamos sanos, y cuando nos diagnostican un problema de salud.
El dolor crónico tiene consecuencias físicas y emocionales, como ansiedad o mayores niveles de estrés. Conocer los alimentos a los que darles prioridad en la alimentación diaria, especialmente con propiedades antiinflamatorios y antioxidantes, ayudará a reducir notablemente el dolor de forma natural. Cefaleas, lumbalgia, problemas de artritis o de articulaciones son las patologías más comunes asociadas al dolor crónico.
Se considera dolor crónico cuando se prolonga durante más de seis meses. El dolor nos alerta de que algo no funciona bien en nuestro organismo, pero cuando persiste, pierde su función e influye en la calidad de vida y en las capacidades de realizar nuestras tareas cotidianas. Según datos médicos, aproximadamente un tercio de la población tiene que convivir con el dolor crónico.
Estos son los principales alimentos que pueden ayudar a vencer el dolor, aprovechando su composición y el efecto beneficioso que reportan.
Alimentos ricos en Omega 3 como el pescado azul (salmón, sardinas, caballa…) o las nueces. Los Omega 3 o ácidos grasos poliinsaturados están especialmente recomendados para aliviar el dolor de artritis reumatoide o de dismerroea (menstruación dolorosa).
Para neutralizar a los radicales libres y el estrés oxidativo, toma alimentos como la soja, el salmón o los frutos rojos (cerezas, arándanos, moras, frambuesas…).
Los vegetales de hojas verdes, como la lechuga, espinacas, repollo, son buenos aliados por su aporte en vitaminas A, C y K.
Hay frutas, como la piña y el aguacate, que además de aportar vitaminas para mantener equilibrada la dieta, tienen efecto antiinflamatorio.
Hierbas y especias para aderezar los platos, desde los beneficios de la cúrcuma al jengibre, o el ajo y el romero. Realza el sabor de los alimentos y gana en salud.
Si hay un ingrediente que no debe faltar en la dieta para el dolor crónico es el aceite de oliva, con efecto antiinflamatorio. La recomendación es cocinar siempre con aceite de oliva.
Los beneficios de la quinoa, el arroz integral o el centeno son extensivos a mitigar el dolor. Otros alimentos con efecto antiinflamatorio son los frutos secos (avellanas, pistachos, nueces, almendras).
Tomar una taza de té verde tiene efecto relajante y aporta antioxidantes y flavonoides, buenos para prevenir las molestias que causan dolor.
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