Una dieta para la menopausia se traduce en una alimentación sana y equilibrada, con menos aporte de calorías y grasas animales. Hidratos de carbono, verduras y frutas y, fundamental, el calcio, son los ingredientes básicos de un dieta que te ayudará a eliminar esos kilos de más que suelen llegar acompañados de la menopausia. Además, cuidar la alimentación contribuirá a paliar la aparición o síntomas de otras dolencias asociadas a la menopausia, como es la osteoporosis, diabetes o problemas de sueño.
A partir de los 40, algunas mujeres empiezan a tener una mayor propensión a engordar. Aunque comen lo mismo, ganan peso lenta pero progresivamente. E hecho es que a medida que pasa el tiempo, el metabolismo ralentiza su funcionamiento. Este proceso se acentúa especialmente en los años previos a la aparición de la menopausia. Por eso, la alimentación, sana y equilibrada, juega también un papel importante en esta etapa de la vida de la mujer que, como su propio indica, significa la retirada de la menstruación. El cese de la ovulación suele producirse entre los 40 y los 50 años, aunque en algunos casos y por diferentes causas y factores, la menopausia puede adelantarse (menopausia precoz).
No obstante, a partir de esta edad cambia la redistribución de la grasa corporal, aumentando en la zona abdominal. Esto hace que la mayoría de las mujeres aumenten de peso en esta etapa de la vida. Para evitar los kilos de más, es muy importante cuidar la alimentación, reduciendo el consumo de calorías y grasas saturadas. Además, también es importante realizar ejercicio físico (andar, natación…). No olvides además que la alimentación también juega un papel importante en una enfermedad relacionada directamente con la menopausia, la osteoporosis o descalcificación de los huesos.
¿Cuál debe ser nuestra dieta incluso antes de la aparición de la menopausia?
- Es fundamental tomar hidratos de carbono y fibra (pasta, cereales, legumbres…).
- Frutas y verduras. Lo más aconsejable es consumir al menos cinco piezas en el menú diario.
- La grasa no es un buena aliada, en concreto la grasa animal, por lo que es importante reducir su consumo ya que además contribuye al aumento de los niveles de colesterol. Alimentos como los embutidos, la mantequilla o la bollería tienen un alto contenido de grasas animales o saturadas, sobre todo si tienes problemas de obesidad o diabetes.
- Los frutos secos, como las nueces, son un aporte proteínico.
- El aceite de oliva, ingrediente estrella de la dieta mediterránea, no debe faltar en tu alimentación.
- Elabora un menú semanal con más platos de pescado y menos de carne.
- El calcio juega un papel fundamental en la dieta de la mujer menopáusica. Es aconsejable tomar hasta tres vasos de leche o de soja al día.
Un consejo, procura comer de manera regular y no te saltes ninguna comida. Al final, si cuidas tu dieta, podrás comer prácticamente de todo y sin engordar.