Diabetes: Betatrofina, ¿sustituto de la insulina? Se trata de una hormona, en cuyos efectos indaga un estudio de investigación y cuyo reto es encontrar una alternativa a la insulina y, por tanto, mejorar el tratamiento de las personas diabéticas. Un hallazgo que podría tener la respuesta para la diabetes tipo 2, la más común entre los adultos, aunque no se descarta que sus efectos puedan ser extensivos a la diabetes tipo 1, más conocida como diabetes juvenil. Pero, ¿dónde se encuentra la betatrofina? El hallazgo tiene mucho que ver con el proceso del embarazo.
Betatrofina, nombre de una hormona que puede tener la respuesta a la diabetes, ya que se presenta como una de las candidatas más eficaces para sustituir a la insulina. De momento, el hallazgo, fruto del trabajo de investigación liderado por el Instituto de Células Madre de Harvard (Estados Unidos), se ha constatado en los ensayos de laboratorio con ratones y centrándose en la diabetes tipo 2, la más común entre los adultos y que, en la mayoría de los casos, está provocada por una dieta desequilibrada, problemas de sobrepeso y falta de ejercicio físico. No obstante, los resultados, publicados en la revista Cell, abren la vía a corroborar si son extensivos a la diabetes tipo 1, la denominada diabetes juvenil.
La regeneración de las células –células betapancreáticas- que se encargan de fabricar la insulina necesaria para el organismo, y son por tanto responsables de metabolizar la glucosa, se ha convertido en un reto científico. El hallazgo de la betatrofina podría suponer un paso importante en la búsqueda del tratamiento más eficaz contra una patología que, entre otras, se caracteriza por su silenciosa aparición.
¿Cómo se ha detectado esta nueva hormona? Lo cierto es que está relacionada con el embarazo, periodo en el que es capaz de multiplicar, de una manera natural, la producción de insulina que necesita el feto. Este proceso, precisamente, es posible gracias a las células betapancreáticas que se expanden a una velocidad mayor, hasta cuatro veces superior. Un incremento que, como constataron los investigadores en los ensayos, puede ser hasta 30 veces mayor si se administra betatrofina. El siguiente paso, lógicamente, es confirmar estos resultados en humanos, si bien los investigadores se muestran optimistas sobre las posibilidades de la betatrofina, hormona que también presente en nuestro organismo. La principal es que al ser mucho más potente y eficaz que la insulina permitiría a los pacientes reducir las dosis de insulina, pasando de las inyecciones diarias a una dosis a la semana o, en algunos casos, al mes.
Aunque los resultados abren una interesante vía de investigación que, en un futuro no tan lejano, podría tener la llave para revolucionar los tratamientos en diabéticos, también hay que apelar a la cautela antes de que sean definitivos. Queda el último y más importante paso, el comprobar que la hipótesis hasta ahora planteada se mantiene a la hora de llevarlo al terreno de los pacientes. La diabetes no solo requiere de diagnóstico, sino de tratamiento para evitar posibles complicaciones.