El diseño de los cigarrillos electrónicos emula el de uno tradicional, aunque con diferencias en su contenido. ¿Esto lo hace más seguro? El cigarrillo electrónico tiene una cámara con nicotina líquida en diferentes concentraciones y es alimentado por una batería recargable. En los últimos años, el cigarrillo electrónico o e-cig no solo ha entrado de lleno en el mercado buscando ser el sustituto del tabaco convencional, sino que incluso hemos incorporado a nuestro vocabulario un nuevo término como el de vapear.
¿Ayuda a dejar de fumar?, ¿se debe permitir su uso en lugares públicos?, ¿es peligroso para la salud? Son algunas de las preguntas que han generado el debate en torno a los cigarrillos electrónicos. Un debate con posturas encontradas y que, especialmente, en el Día Mundial sin Tabaco vuelven a estar sobre la mesa.
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), coincidiendo precisamente con esta fecha (a celebrar este año el domingo día 31 de mayo), ha solicitado que se aplique una normativa más estricta en la venta y consumo de los cigarrillos electrónicos, considerando que contienen sustancias tóxicas y aumentan las posibilidades a la recaída del fumador.
Diversos estudios ya han puesto en tela de juicio los e-cig, como el realizado por la FDA y que apuntó que en la mitad de los cigarrillos electrónicos analizados se habían encontrado sustancias susceptibles de aumentar el riesgo de cáncer. Asimismo, se encontró una sustancia tóxica como dietilenglicol (éter de glicol), también presente en el anticongelante de los coches.
Estudios avalados por la Sociedad Americana Contra el Cáncer también indican que a corto plazo los e-cig pueden provocar cambios en los pulmones, centrándose ahora en saber cuáles serían los efectos de su uso a largo plazo. ¿Y realmente ayudan a dejar de fumar? Los cigarrillos electrónicos suministran nicotina, y no podemos olvidar que ésta es una sustancia adictiva. Esto puede llevar a la dependencia del e-cig de la misma manera que del cigarrillo convencional.
Por el contrario, los fabricantes de los e-cig apuntan a que su contenido es seguro al ingerirlo. Pero, ¿es lo mismo que cuando se inhala el vapor del cigarrillo electrónico y los pulmones lo absorben? De hecho, sabemos que los cigarrillos convencionales contienen más de 400 sustancias tóxicas, algunas de las cuales están perfectamente reflejadas en la cajetilla, pero ¿qué contienen realmente el e-cig?
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