Día Mundial de la Incontinencia Urinaria: 8 de cada 10 mujeres lo ocultan. Y lo hacen por pudor o porque lo asumen como un trastorno propio de la edad. Sin embargo, los especialistas inciden, y este es el mensaje que quieren hacer llegar en este Día Mundial, en la importancia de consultar con el médico porque estamos ante un problema de salud para el que hay tratamientos al alcance que, entre otros, ayudan a evitar el deterioro de la calidad de vida que puede provocar un problema de salud que, según datos médicos, se estima que afecta en torno a seis millones de mujeres en nuestro país.
La incontinencia urinaria es un problema de salud, sin embargo, los datos médicos constatan que sigue siendo tabú para muchas mujeres, por lo que no consultan al médico. Con motivo del Día Mundial de la Incontinencia se hace una visible un trastorno y, sobre todo, se subraya un mensaje, el de lo importante que es contar con un diagnóstico, conocer las causas y los tratamientos disponibles. Así, por ejemplo, entre los factores que pueden provocar incontinencia no solo está la edad, también los problemas de obesidad o el estrés.
La edad, como hemos señalado, nos hace más vulnerables a padecer incontinencia urinaria. En torno a un 25% de las mujeres mayores de 35 años padece problemas de incontinencia, un porcentaje que se duplica a partir de los 65. La incontinencia no solo tiene consecuencias físicas, también psicológicas, lo que puede repercutir de manera negativa en la calidad de vida de quien la padece. De hecho, 8 de cada diez mujeres ocultan que padecen incontinencia, bien por vergüenza o simplemente no se les da la importancia debida al considerar que es un trastorno más asociado al envejecimiento. Pero, tal y como subrayan los especialistas, estamos ante un problema que puede derivar en problemas depresivos. La incontinencia puede entrañar dificultades para realizar actividades físicas y cotidianas, como el pasear. Esto puede generar inseguridad y problemas de estima.
¿Cómo adelantarnos al diagnóstico? Algo tan sencillo como reír o toser puede provocar pérdidas de orina. Una señal que nos puede alertar de que estamos ante un problema de incontinencia urinaria. Otros síntomas que nos pueden alertar son el incremento de las ganas de orinar y las dificultades para contener la vejiga o tener algún escape al realizar un movimiento brusco.
La incontinencia se puede y se debe tratar. De hecho, actualmente se cuenta con técnicas muy efectivas en el tratamiento de la incontinencia urinaria, como es el caso de las mallas o slings quirúrgicos, con una efectiva que supera el 90%. Se trata de una sencilla intervención, la cual no suele requerir el ingreso de la paciente, y que se basa en colocar un material (en forma de hamaca) para sujetar la uretra y fortalecer los tejidos, lo que permite recuperar a la paciente el control de su vejiga.
Tratamientos que ayudan a combatir los síntomas y que permiten a la mujer ganar en calidad de vida. Tratamientos que no son conocidos por la mayoría de las mujeres, las cuales conocen mejor que nadie cómo funciona su cuerpo y cuando le envía una señal. Es hora de dejar de pensar que la incontinencia es un incómodo e inevitable problema de la edad, porque se puede detectar a tiempo y se puede tratar con técnicas, a su vez, cada más seguras y eficaces.
