Día Mundial Celiaquía: 10% de casos en familiares de primer grado. Es uno de los datos que arroja la investigación llevada a cabo por la Sociedad Española de Patología Digestiva y que, entre otros aspectos, indaga en la prevalencia de esta patología entre los familiares de los pacientes celiacos. En otras palabras, el papel de la herencia genética. Y los investigadores no solo corroboran que ser familiar de primer grado es un factor de riesgo, sino que estamos ante una enfermedad cuyo diagnóstico sigue siendo una asignatura pendiente.
La celiaquía se define como la intolerancia al gluten, proteína presente en la harina de trigo, cebada, avena o centeno, y de ahí en alimentos como la pasta, el pan, los cereales o las galletas. Seguir una dieta sin gluten es el único tratamiento efectivo para controlar la celiaquía y combatir síntomas tales como diarreas, pérdida de peso, anemia, dolor abdominal y, en el caso de los más jóvenes, problemas de crecimiento. Síntomas causados por la reacción inflamatoria crónica de la mucosa del intestino delgado al ingerir algún alimento o producto con gluten, lo que obstaculiza la absorción y digestión de los nutrientes.
La celiaquía es una enfermedad en la que el componente genético o hereditario juega un papel destacado. De hecho, una investigación de la Sociedad Española de Patología Digestiva –cuyos datos preliminares serán presentados en el congreso nacional que tendrá lugar a principios de junio en Murcia- constata que un tercio de los familiares adultos también pueden ser celiacos, aunque no lo sepan. Y es que precisamente el diagnóstico sigue siendo una de las asignaturas pendientes de la celiaquía, patología que hoy celebra su Día Mundial y en el que los expertos nos recuerdan que en torno al 1% de la población de los países occidentales son celiacos, siendo las mujeres más vulnerables a padecerla.
No siempre es fácil adelantarse al diagnóstico de la celiaquía, ya que los síntomas varían según la edad, y en el caso de los adultos su presencia puede ser asintomática; es decir, no duele ni presenta señales de alerta evidentes o que nos hagan sospechar de una posible intolerancia al gluten. Corregir las cifras de infradiagnóstico y, en definitiva, hacer visible la celiaquía –la cual puede tener consecuencias severas para la salud si no se trata como problemas digestivos o tumores intestinales-, es el reto de este Día Mundial.
El estudio de la Sociedad Española de Patología Digestiva es el resultado del trabajo realizado por los investigadores del Complejo Asistencial Universitario de León durante tres años. El estudio se centró en la prevalencia de la celiaquía entre los familiares de primer grado. El objetivo, mejorar el diagnóstico, y para ello han indagado en el papel de la predisposición genética. Los investigadores han constatado que ser familiar de primer grado es un factor de riesgo. De hecho, la prevalencia de la celiaquía entre estos familiares ronda el 10%, por lo que es importante concienciarles de la importancia de realizarse las pruebas de intolerancia al gluten.
Pruebas que consisten en un análisis serológico, el cual determinar si hay anticuerpos característicos en la sangre, y en la biopsia intestinal, para comprobar si hay lesión en la mucosa. Los especialistas, en el caso de familiares de primer grado, consideran esencial realizar las dos pruebas, ya que el análisis serológico, aunque salga negativo, no siempre es concluyente y definitivo. De hecho, en las biopsias realizadas en familiares con predisposición genética, aunque el análisis arrojó un resultado negativo, se detectaron alteraciones en la mucosa de un 36% de los pacientes.