Día Internacional Síndrome de Asperger: Solo el 1% lo tiene diagnosticado. Un dato detrás del que se esconde una realidad, y es el desconocimiento de lo que es y rodea al síndrome de Asperger, un trastorno severo del desarrollo, tal y como señala la Federación Asperger España, que comporta una alteración neurobiológica en el procesamiento de la información. Un síndrome que tiene tantas caras como pacientes, pero todos comparten una característica, sus dificultades para la interacción social. El Día Internacional nos acerca al síndrome de Asperger.
Según datos médicos, la prevalencia del síndrome de Asperger, el cual se encuadra dentro de los trastornos del espectro autista, se sitúa entre 3 y 7 casos por cada mil niños, siendo no obstante un gran desconocido. Esto explica en gran medida que la detección precoz, pese a su enorme importancia, siga siendo una asignatura pendiente. Se estima, de hecho, que solo un 1% de las personas con síndrome de Asperger cuentan con un diagnóstico. El Asperger no es una enfermedad, sino una condición que se manifiesta en la infancia y que es traduce n dificultades para entablar relaciones con los demás y conductas de empatía, aceptar las normas y reconocer las emociones.
Las personas con síndrome de Asperger pueden tener una inteligencia superior a la media, destacando en determinadas áreas, sin embargo, tienen problemas para interactuar con los demás (problemas de comunicación y socialización y dificultades para demostrar empatía), a lo que se suman otras características como las dificultades de comunicación no verbal, los patrones repetitivos (por ejemplo, la necesidad de no salirse nunca de la rutina u horarios establecidos) o las peculiaridades en el lenguaje (expresar de una manera excesivamente formal o monótona, dificultades para seguir una conversación de manera recíproca).
Diagnosticar el síndrome de Asperger es fundamental, para aplicar la terapia más adecuada (trabajar las capacidades sociales y comunicativas) y ayudar al niño que, lejos de ser diferente o raro, como erróneamente en ocasiones se califica el comportamiento del menor, simplemente tiene Asperger, un síndrome que de entrada no debe ser una barrera para que el niño desarrolle sus aptitudes, las cuales pueden ser muchas.
¿Cuáles son los síntomas del Asperger? El interés inusitado por un objeto o por un tema en concreto, excluyendo cualquier otro interés, es uno de los síntomas más comunes del síndrome de Asperger en los niños. Por ejemplo, un niño con Asperger puede llegar a almacenar una ingente cantidad de información sobre coches, trenes, animales o temas de ciencias o tener habilidades increíbles para dibujar o para la música.
Las dificultades para leer e interpretar el lenguaje corporal de los demás, la incapacidad de medir el efecto que puede tener un comentario en los sentimientos ajenos –describen de manera exacta lo que ven – o la falta de motivación e interés por las actividades que centran la atención del resto de los niños de su edad puede hacer que tiendan a ser aislados. En algunos casos, las personas con síndrome de Asperger pueden sentir miedo o temor ante sonidos excesivos o que no reconocen, al ver determinados objetos o al contacto corporal (una caricia, un abrazo).
