Dermatitis atópica: Tratamientos termales más eficaces. La dermatitis atópica es una patología inflamatoria de la piel que, según datos médicos, se estima que afecta al diez por ciento de la población, tanto adultos como niños. El picor es uno de los principales síntomas que caracterizan a esta enfermedad, aunque no el único. Una patología que requiere tratamiento para su control. En este aspecto, tal y como apuntan desde la Asociación de Familiares y Pacientes de Dermatitis Atópica, las terapias con aguas termales, y bajo consejo médico, pueden ser de gran ayuda para mejorar la calidad de vida.
La dermatitis atópica es una enfermedad que no distingue entre edades, es decir, puede afectar tanto a adultos como a niños. Un trastorno dermatológico crónico que, además de ser uno de los más frecuentes, requiere tratamiento para mitigar los síntomas, siendo los más característicos el picor y el dolor, aunque no los únicos. Entre las terapias alternativas que pueden ayudar a los pacientes con dermatitis atópica, la Asociación de Familiares y Pacientes de Dermatitis Atópica, ADEA, apunta a los beneficios que se pueden obtener de las aguas termales. Tratamientos, tanto para adultos como para niños –incluso en bebés a partir de los 5-6 meses de vida-, y que están constatando su eficacia.
Entre estas terapias con aguas termales, podemos destacar la balneroterapia para mejorar el prurito y el insomnio ocasionado por el picor. Mejora de los síntomas de la dermatitis atópica que también puede ayudar a reducir el consumo de los medicamentos indicados para su tratamiento (corticoides), por lo que es una terapia a tener en cuenta en la fase más aguda de la enfermedad.
Tal y como señalan los especialistas, las aguas más recomendadas son las que contienen una fuerte mineralización, clorurada, sódica, sulfatada y sulfurada. La mejoría de los síntomas tras los tratamientos termales se sitúa entre el 40 y el 80%. Baños que se deben tomar entre una y dos veces al día, con una duración de diez minutos, y durante un periodo de entre 45 y 75 días.
Dermatitis atópica: Síntomas
La dermatitis atópica, tal y como hemos señalado, es una enfermedad crónica de la piel cuya consecuencia es el enrojecimiento de determinadas zonas en las que aparecen ampollas o eccemas. La dermatitis atópica puede presentarse en los primeros años de vida. El picor que produce está considerado su síntoma más característico, y no solo por sus consecuencias físicas, sino también porque puede condicionar severamente la calidad de vida del paciente y provocar, en algunos casos, ansiedad o tendencia a aislarse (especialmente cuando los brotes de dermatitis aparecen en la cara o en otras zonas visibles del cuerpo), además de ser la principal causa de los problemas de insomnio que pueden padecer los pacientes con dermatitis atópica.
Un problema de salud al que hay que prestar especial atención, ya que, tal y como señalan los especialistas, su incidencia ha aumentado de manera notable en los últimos años. Así, según datos médicos, la frecuencia de la dermatitis se ha multiplica de dos a cinco veces a nivel mundial. ¿A qué responde este aumento? Entre los factores se incluyen desde el propio estilo de vida, el aumento de la edad materna, así como el hábito del tabaco materno, a la exposición cada vez más temprana a los ácaros, pólenes o alérgenos.