Dependencia de los dulces: Causas y síntomas

¿Una dulce tentación? Concederse un capricho de vez en cuando es bueno, pero cuidado si lo convertimos en hábito porque hay alimentos, como los dulces, que pueden provocar dependencia. Una necesidad casi incontrolable por consumir alimentos o bebidas que contienen una gran cantidad de azúcar y que no conviene subestimar, sobre todo si tenemos en cuenta que la adicción a los dulces es un trastorno que puede acarrear síntomas de abstinencia como irritabilidad, ansiedad, sudoración excesiva, mareos o náuseas. ¿Por qué sucede?, ¿qué síntomas nos alertan?, ¿qué podemos hacer?

Síntomas

No hay que confundir la dependencia de los dulces con el hambre emocional o con el recurrir a la comida para aplacar las emociones negativas. La adicción a los dulces tiene su propia sintomatología, y entre los signos a tener en cuenta se incluyen:

  • Incapacidad para controlar el impulso de comer dulces: Una necesidad que no entiende de horas, porque puede aparecer en cualquier momento del día e, incluso por la noche o teniendo el estómago lleno.
  • Darse atracones a escondidas: Comer dulces evitando ser visto es un comportamiento muy habitual, sobre todo porque la persona dependiente se siente culpable e, incluso, avergonzada de no poder controlar el impulso de comer azúcar.
  • Sentir culpa: A menudo las personas dependientes de los dulces se sienten culpables de haber tomado azúcar en exceso, buscando excusas que les ayuden a aliviar estos sentimientos y pérdida de control.
  • Incapacidad para controlarse en caso de problemas de salud: Los que sufren adicción a los dulces también pueden padecer otros problemas de salud, como obesidad y otras enfermedades que afectan el metabolismo, como la diabetes. La incapacidad de controlarse hace que se subestimen este tipo de trastornos.

Causas

Podemos hablar de varias causas sobre la adicción a los dulces.

  • Llevar una dieta desequilibrada: Comer mal (saltarse comidas, por ejemplo) o no llevar una dieta saludable nos hace más proclives a caer en la tentación de comer de manera incontrolada determinados alimentos. Por lo general, en estos casos se tiende a comer alimentos más calóricos y menos saludables, eludiendo otros como las frutas y verduras frescas.
  • Efecto calmante de los alimentos azucarados: En este caso se trata de una causa psicológica al creer que el dulce ejerce un efecto calmante o ayuda a aliviar el estrés y el malestar. Sin embargo, lo que sucede es que, como resultado del consumo continuo de dulces, caemos en un círculo vicioso en la búsqueda de una sensación de satisfacción de efecto pasajero.

Cómo tratar

Para tratar la adicción a los dulces es fundamental aprender a llevar un estilo de vida saludable, empezando por revisar la dieta. Es importante incluir alimentos ricos en fibra e ir reduciendo de manera paulatina el consumo de azúcares de alimentos poco saludables (conviene no hacerlo de forma radical para evitar los síntomas de abstinencia).

De igual manera hay que cuidar la hidratación, aumentando la ingesta de agua para mantener el cuerpo hidratado y la sensación de saciedad durante más tiempo.

Otro aspecto importante es realizar ejercicio físico, el mejor aliado para reducir el estrés y la ansiedad. El ejercicio físico, entre otros beneficios, mejora el estado de ánimo al favorecer la liberación de endorfinas. En determinados casos, cuando la situación de dependencia es severa, conviene consultar con un psicoterapéuta, especialmente cuando los dulces se convierten en una obsesión que, incluso, impide concentrarse en las actividades diarias, como el trabajo y los estudios. Las técnicas de psicoterapia o psicoanálisis cognitivo-conductual pueden ser herramientas de gran ayuda.

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