Es una de las preguntas que más se hace un enfermo de este tipo de proceso vírico. Cuánto tiempo puedes contagiar de gripe.
De momento no estamos sufriendo una época de frío en España, pero la realidad es que ya entramos en otoño y por ende se empiezan a acercar los procesos gripales. Tener gripe o una enfermedad vírica es algo muy habitual en los últimos meses del año debido a las bajadas de temperatura y a los cambios drásticos de la misma. Esto hace que haya cientos de virus esparcidos por el aire buscando introducirse en algún cuerpo humano.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la gripe es una infección vírica que tiene mayor propagación en los meses de frío. La manera de infectarse es muy sencilla y es que cuando hay contacto directo con una persona que está infectada lo más normal es coger el virus. Esto se puede hacer a través del habla o de toser y estornudar debido a que se lanzan gotitas con el virus.
Cuánto tiempo puedes contagiar a una persona con gripe
Lo primero que hay que tener en cuenta es que para evitar contagiarse lo único que hay que hacer es evitar el contacto con una persona que tenga la gripe. Esto no siempre se puede saber a ciencia cierta y tampoco es tan sencillo de evitar en la práctica. A partir de ahí, toca aguantar unos días o unas semanas para poder superar la infección. Es importante reseñar que si has tenido la suerte de poder vacunarte durará aún menos.
Sin embargo, la cuestión en este post no radica en el tiempo que te puede durar el virus dentro del organismo, sino en la empatía que tengas como persona infectada. Hablo de ser empático o empática porque vamos a tratar el tiempo en el que se elimina el virus para evitar ser contagioso y transmisor a una persona que no esté infecta.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que tú puedes infectar o recibir el contagio incluso un día antes de que aparezcan los síntomas de gripe en el cual. Evidentemente, cuando estás en el pico de los síntomas es cuando más contagioso te vuelves. A partir de ahí, es importante reseñar que aunque la carga viral esté baja y tus síntomas reduciéndose poco a poco podrás seguir infectando a cualquier otra persona. De hecho, el único momento en el que dejarás de ser contagioso es cuando no haya ningún tipo de síntoma en tu propio organismo.