¿Cuál es el desayuno que más te conviene?

El desayuno es una de las comidas más importantes del día, aunque es un error común saltárselo, bien por falta de tiempo o por la creencia errónea de que así adelgazaremos más rápido. De entrada no hay que saltarse ninguna comida, y menos el desayuno ya que nuestro organismo necesita reponer energía después de las horas de descanso. Conviene dedicarle, al menos, veinte minutos cada día. ¿Cuál es el desayuno ideal? No todos los desayunos son iguales, de hecho debemos adoptarlo a la hora a la que nos levantemos y, sobre todo, hay que tener en cuenta cuál es el más adecuado para nuestra salud. Vamos a ver, a continuación, cuál es el desayuno adecuado teniendo en cuenta varios factores.

Desayuno para favorecer el tránsito intestinal
Si tienes problemas de tránsito intestinal, la mejor opción es un desayuno rico en fibra y líquidos. Así, conviene tomar un cuenco de leche -desnatada o leche vegetal- con cereales integrales o copos de avena, ricos en fibra soluble. También podemos añadir un puñado de frutos secos al yogur bajo en grasa y con bífidobacterias. La fruta ideal es la manzana, rica en pectina, kiwi, higos o ciruelas, de efecto laxante.

Desayuno si estás a dieta
Si estás a dieta, lo que no debes hacer es saltarte el desayuno, porque será muy complicado controlar el apetito hasta la siguiente comida. Respetar las 5 comidas al día es la mejor manera de mantener activo el metabolismo. En este caso, un buen desayuno sería tostadas de pan integral (30 g), requesón (80 g), una pieza de fruta (sandía, rica en agua) y una taza de té verde.

Desayuno para madrugadores
Para contar con energía suficiente y aguantar hasta la siguiente comida, empieza el día con un desayuno que incluya proteínas (pan integral con una loncha de jamón y un chorrito de aceite de oliva) o una tostada de pan integral con huevos revueltos. Acompañado de zumo de frutas y un yogur desnatado.

Desayuno si te levantas tarde
Si te levantas tarde, puedes optar por un desayuno-almuerzo, tomando un café con leche desnatada, un bocadillo de pan integral con tomate natural y una tortilla de huevos revueltos, aderezado con aceite de oliva; una pieza de fruta y un yogur desnatado.

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