Crema de árnica para contusiones: Cómo hacerla en casa

La crema de árnica para contusiones o golpes evita la aparición de hematomas o moretones. La árnica de uso tópico (crema, pomada), gracias a su efecto analgésico y antiinflamatorio, mitiga el dolor. Crema que como parte del botiquín de primeros auxilios podemos preparar de forma casera.

La crema de árnica se elabora a partir del extracto de planta de árnica, curiosamente de la familia del girasol. Sus propiedades terapéuticas residen en sus características flores amarillas. Generalmente la crema se prepara con las flores secas. Descubrimos la árnica y sus beneficios, así como la forma más sencilla de preparar esta crema.

¿Para qué sirve la arnica como planta medicinal?

Entre las principales aplicaciones de la crema de árnica:

  • La crema de árnica sirve para los moretones y hematomas.
  • Mejora la circulación de la sangre, lo que ayuda a reducir la aparición de hematomas.
  • La pomada de árnica sirve para desinflamar en caso de esguinces, golpes o torceduras.
  • La crema de árnica es buena para la cara (manchas, acné…) y para evitar las estrías en la piel.
  • Mitiga el dolor (distensión muscular, sobreesfuerzo muscular, desgarro…).
  • Alivia los síntomas de la artritis reumatoide.
  • Favorece la cicatrización de las heridas superficiales.

¿Cómo preparar la crema de árnica?

crema de arnica beneficios

Crema de árnica preparada de forma natural y casera. Los ingredientes se pueden adquirir en herboristerías.

  • 20 gramos de flores de árnica secas.
  • Media taza de aceite de almendras dulces.
  • 30 gramos de cera de abejas.
  • 60 ml de agua destilada.
  • 55 gramos de manteca de karité.
  • Un cuarto de cucharadita de bórax.
  • En primer lugar, calentamos el aceite de almendras al baño María.
  • A continuación, añadimos las flores de árnica, removiendo continuamente, y dejamos la mezcla durante 15 minutos a fuego lento.
  • Retiramos dle fuego y dejamos reposar antes de filtrar la mezcla con una tela fina.
  • A continuación, añadimos a esta mezcla la manteca de karité y la cera de abejas, y la volvemos a poner al fuego (a fuego lento).
  • Mientras, en otro recipiente, calentamos el agua destilada con el bórax, y cuando esté bien caliente, lo añadimos a la otra mezcla.
  • Remover bien hasta que quede bien fusionado.
  • Retirar del fuego y dejar reposar. Cuando esté tibio, batir con la batidora hasta conseguir una masa cremosa.
  • Se puede conservar en un tarro de vidrio tapado, en lugar seco y alejado del sol.
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