La Crash Therapy te ayuda a liberar estrés de una forma efectiva y como más de una vez habrás estado tentada de hacer, rompiendo cosas. Esto es precisamente lo que propone esta particular terapia para liberar la rabia, una emoción negativa que conviene no reprimir, y al mismo tiempo rebajar los niveles de adrenalina.
Romper platos y vasos, destrozar la pantalla de un ordenador, aplastar botellas o lanzar una raqueta contra la pared es un desahogo para las tensiones acumuladas y la premisa de esta terapia para combatir el estrés, también conocida como terapia del estrépito o de la rotura.
Terapia para liberar la rabia
La crash therapy llegó a España hace unos años de la mano de un grupo de jóvenes emprendedores de Valencia. Externalizar la rabia sin arrepentirse luego no siempre es fácil, sobre todo en aquellas personas que tienden a reprimir sus emociones y sentimientos.
Sin embargo, acumular la rabia solo hará que se adueñe de nuestra mente y nos robe energía, lo que nos conducirá inevitablemente a un arrebato de ira en el momento menos indicado. Hay otra manera de descargar tensiones y es rompiendo objetos de forma segura con una crash therapy.
No se trata de lanzar media vajilla contra la pared el día que ya no puedes más, y mucho menos en medio de una discusión, sino de un ejercicio de relajación para liberar tensiones antes de que tengan un efecto negativo sobre nuestra salud. Un ejercicio que además nos debe ayudar a identificar la causa de la rabia para resolver el problema.
¿Cómo romper cosas para desestresarse?
Una sesión de crasht therapy de unos 15 minutos de duración, en una habitación insonorizada, es tiempo suficiente para liberar la rabia acumulada y darnos cuenta de hasta qué punto el estrés puede condicionar tu vida. Hay empresas dedicadas específicamente a ofrecer esta posibilidad de romper cosas para desestresarse en un entorno seguro.
Una vez enfundados en un mono, portando guantes y gafas de protección, al compás de la música que hayamos elegido, podremos empezar a romper objetos para liberar las emociones reprimidas.
Vasos, platos, botellas, pequeños electrodomésticos… casi cualquier objeto se puede destrozar en esta particular terapia utilizando, por ejemplo, un bate de béisbol o un martillo. ¿Te apuntas a romper cosas?
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