Heredamos algo más que los rasgos físicos o determinadas características de la personalidad paterna y materna. De hecho, en la historia familiar (en las reacciones, vivencias y relaciones familiares durante la infancia) podría encontrarse la raíz de ese problema o trastorno emocional que, en mayor o menor medida, te impide ser feliz. Ésta es, en líneas generales, la premisa de la que parte el método psicoterapéutico (psicoterapia sistémica familiar), desarrollado por Bert Hellinger, y conocido como las Constelaciones familiares. Ciertas experiencias o emociones vividas en la infancia pueden marcar el desarrollo y crecimiento personal en la edad adulta, y de hecho determinados acontecimientos pueden marcar a varias generaciones (problemas de autocontrol o de confianza, problemas afectivos, problemas familiares o dificultades para relacionarse con los demás…). Siguiendo las premisas del psicoterapeuta alemán las respuestas a determinadas situaciones vitales están en la historia familiar, en las experiencias y vivencias de los padres, abuelos e, incluso, varias generaciones atrás. Desvelar la causa permite a la persona liberarse de las tensiones.
Qué son y para qué sirven
Las constelaciones familiares son una herramienta terapéutica cuyo objetivo es abordar y solucionar los conflictos personales, sacando a la luz la verdadera causa del problema. El método de trabajo puede ser grupal o individual. Entre los problemas personales que se pueden abordar con este método de trabajo se incluyen:
A través de las constelaciones familiares también se pueden abordar problemas laborales, desde las tensiones que nos puedan los problemas en el trabajo a la adaptación a un nuevo empleo).
Cómo se hacen
Todos pertenecemos a lo que Hellinger denomina sistemas familiares (enfoque sistémico), al que pertenecerían todas las generaciones pasadas (padres, hermanos, abuelos, hijos…), así como las relaciones de pareja o aquellas personas que han tenido una especial vinculación con la familia. Sistemas familiares que se rigen por las órdenes del amor, de las que sin ser conscientes rigen nuestro destino.
Los conflictos, problemas o enfermedades pueden marcar la historia familiar y convertirse en un obstáculo que impida avanzar a las siguientes generaciones en algún aspecto de su vida. Un ejemplo: si un miembro del sistema familiar es excluido, olvidado o padece un destino trágico, en las siguientes generaciones habrá otro miembro que le representará.
Para restablecer el orden se hacen las constelaciones que, en líneas generales, consisten en representar esa imagen que tenemos en nuestro interior para observarla y cambiarla. El método de trabajo puede ser a través de un taller donde otros participantes representan a integrantes de nuestro sistema familiar, o utilizando figuras de papel y otros elementos para representar personas, lugares o emociones cuando se realiza en sesión individual.
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