Consejos para evitar la sensibilidad dental en verano

La sensibilidad dental (en términos médicos hipersensibilidad dentinaria) es un molesto dolor intenso y pasajero provocado por la exposición de la dentina (zona interna del diente) a une estímulo externos, como alimentos o bebidas demasiado frías o calientes. También puede aparecer al tomar alimentos o bebidas ácidas, gaseosas o demasiado dulces. La destina, en condiciones normales, no está expuesta, ya que el esmalte dental ejerce de escudo protector, por lo que notamos punzadas de dolor al tomar este tipo de alimentos, y no se trata de algo puntual, conviene consultar con el dentista para confirmar o descartar si hay un problema de esmalte desgastado, un diente astillado o principio de caries (causantes también de sensibilidad dental). Con la edad, además, las encías tienden a retraerse.

Aunque puede aparecer en cualquier momento, lo cierto es que en verano las probabilidades de sufrir sensibilidad dental son más altas por la necesidad de tomar, sobre todo, bebidas más frías para aplacar el calor e hidratarnos. Por muy sugerente que pueda resultar tomar una bebida cargada de cubitos de hielo, conviene pensar antes en los efectos sobre los dientes y, en concreto, sobre nuestra salud bucal. Vamos a ver, a continuación, algunos sencillos consejos para evitar la sensibilidad dental en verano.

Evitar sensibilidad dental

La salud de la boca es un termómetro de nuestra salud en general, principal motivo para reforzar sus cuidados. Si nuestro problema es la sensibilidad dental, con la llegada del verano conviene seguir una serie de consejos:

  • Reducir la cantidad y frecuencia de consumo de alimentos demasiado dulces.
  • Evitar los alimentos demasiado fríos o calientes.
  • Evitar los alimentos ácidos (frutas cítricas, zumos o bebidas de naranja, manzana, yogurt…). De hecho, abusar de este tipo de alimentos puede acrecentar la sensibilidad dental.
  • Realizar una adecuada higiene bucal y evitar cepillarse los dientes de forma intensa para no dañar las encías.
  • Utiliza un cepillo de filamentos suaves, con puntas redondeadas, para no dañar el esmalte dental o las encías.
  • Utilizar una pasta específica para dientes sensibles y, para completar la higiene, utilizar un colutorio o enjuague bucal.
  • Evita algunos malos hábitos para los dientes como utilizar palillos, morder bolígrafos, cortar el hilo de coser con los dientes o apretar demasiado los dientes (en caso de bruxismo, consultar al dentista).

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