Conjuntivitis vírica, tratamiento y contagio, dos de los factores a tener en cuenta si padecemos este tipo de enfermedad del ojo. El enrojecimiento y la secreción o lagrimeo constante del ojo son sus principales síntomas. Aunque suele darse en los niños, hay que tener cuidado porque se contagia con facilidad, sobre todo a través de las manos y el contacto con objetos, como por ejemplo una toalla o unas lentes de contacto. Si padece los síntomas, es importante consultar a su médico para diagnosticar la causa y sobre todo poner el tratamiento adecuado.
La conjuntivitis o irritación de la conjuntiva puede ser de varios tipos, alérgica, irritativa o vírica. Vamos a detenernos en esta última, la cual está causada por un virus o bacteria similar a la que provoca los resfriados o catarros u otro tipo de infecciones respiratorias que afectan a los oídos (otitis) o a la garganta (faringitis). De hecho, una de sus formas de contagio es a través de los estornudos. Pero también se contagia a través de las manos o al tocar el maquillaje o las lentes de contacto. Las posibilidades de contagio son mayores mientras dura la secreción ocular o, al menos, hasta un día después de haber iniciado el tratamiento.
Es importante acudir al médico para tratar la conjuntivitis vírica y evitar daños mayores en los ojos, ya que sí puede provocar algún tipo de lesión en el ojo e incluso, en casos agudos, problemas de ceguera. La conjuntivitis puede durar entre varios días y semanas y sus síntomas más comunes son la inflamación y enrojecimiento del ojo (en concreto de la conjuntiva), sensibilidad a la luz y al humo, lagrimeo y picor constante. En estos casos además es común levantarse por la mañana con los párpados pegados.
La conjuntivitis puede afectar a uno de los dos ojos y contagiarse al otro si no se aplica un tratamiento correcto. Como ya sabrás, no es conveniente automedicarse, sobre todo en el caso de los niños, ya que en ocasiones el tomar medicamentos genéricos o fármacos puede tener efectos secundarios que no hemos controlado hasta ese momento.
Con respecto al tratamiento de la conjuntivitis vírica el médico puede recetarte:
- Gotas o colirio para los ojos. Un remedio casero es lavarse los ojos con manzanilla y un paño o algodón limpio.
- Pastillas antihistamínicas, las cuales te ayudarán a reducir el picor e irritación de los ojos.
- Gotas antibióticas, para reducir la secreción o lagrimeo que, a veces, va acompañada de pus.
- En los casos agudos, habrá que recurrir a los antibióticos administrados a través de inyección.
- Si utiliza lentes de contacto, es conveniente dejar de usarlas hasta que tengas curados los ojos.
Para prevenir la conjuntivitis hay una regla de oro, tener las manos limpias y evitar el tocarnos o frotarnos reiteradamente los ojos.