Conducción sana: Evita el dolor de espalda y la tensión muscular

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Conducción sana: Evita el dolor de espalda y la tensión muscular. Son dos de las típicas molestias a las que nos enfrentamos si pasamos demasiadas horas al volante, adoptamos una postura incorrecta o cogemos el coche con demasiado estrés. Conducir no solo fatiga el cuerpo, también la mente, la cual necesitamos mantener alerta. Prevenir las molestias, o dicho de otra manera, conducir de manera saludable –además de segura-, es posible, siguiendo unos sencillos consejos que, incluyen entre otros regular el asiento o llevar un calzado cómodo.
 
Dolor en las articulaciones, dolor de espalda, tensión muscular o cansancio general son algunos de los problemas más frecuentes que pueden aparecer como consecuencia de pasar demasiado tiempo al volante. Mientras conducimos, la columna vertebral y las articulaciones de la espalda, codo y rodillas están expuestas a un esfuerzo, sobre todo si la conducción se prolonga durante horas. La columna vertebral y las articulaciones de pies y manos son las partes del cuerpo que más se pueden resentir, sobre todo si conducimos con una calzado inadecuado, sin guantes o sin un apoya espaldas.
 
Un cojín, cilíndrico y alargado, colocado a la altura de los riñones, es una sencilla y práctica solución para lograr un apoyo correcto de la espalda. El uso de este cojín permite que la espalda se mantenga en una posición más correcta, evitando que la columna vertebral se curve.
 

Por lo que respecta al calzado, para conducir es imprescindible escoger bien los zapatos. El tipo de calzado menos indicado es que el deja el talón abierto (chanclas, zuecos), ya que obliga a forzar los músculos de las piernas, adoptando una postura incorrecta y sin que podamos apoyar bien el pie. Este tipo de calzado también puede tener la suela demasiado rígida, o el talón demasiado alto, por lo que impedirá la presión correcta sobre los pedales o la posibilidad de reaccionar a tiempo.
 
El uso de guantes, por su parte, está especialmente indicado en los casos de artrosis en las articulaciones. Entre el cambio de marchas y el volante, los dedos y la palma de la mano están en constante actividad. Los efectos de la tensión pueden ser mitigados gracias a los guantes, al tiempo que pueden ayudar a mejorar la adherencia de la mano y reducir el riesgo de que resbale el volante. Los más recomendables son los guantes de piel fina, que permiten transpirar las manos sin dar calor. También está la opción de los guantes –sobre todo en verano- que dejan la mitad de los dedos al descubierto. Tanto en caso de artrosis como de dolores de espalda no se recomienda pasar muchas horas al volante.
 
La posición del asiento también es otro factor a tener en cuenta la hora de asegurar una conducción sana. El asiento debe ser regulable en función de la longitud de las piernas y brazos. Un asiento demasiado alejado o demasiado cerca del volante, que obliga a tener piernas y brazos en posiciones forzadas, aumenta la posibilidad de dolores y molestias musculares.
 

Viajes largos: Estira las piernas

Si pasamos muchas horas al volante, o vamos a realizar un viaje largo, debemos prestar especial atención a nuestras piernas. El estar sentada durante demasiado tiempo dificulta la circulación sanguínea, a la vez que puede producir pesadez e hinchazón de las piernas. Para prevenir esta molestia es aconsejable realizar una parada de vez en cuando para estirar las piernas (lo aconsejable es parar aproximadamente cada hora), caminando durante un par de minutos para desentumecer los músculos.

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