Recuperar los buenos hábitos después del verano es fundamental, aunque no siempre resulte fácil después del relax veraniego. Las vacaciones son uno de los momentos del año más esperados, pero la relajación no debe confundirse con descuidar los buenos hábitos y cometer más excesos de los debidos.
Saltarse la dieta, y regresar con algunos kilos de más después de las vacaciones, y la exposición al sol para broncearse suelen ser dos de los excesos más frecuentes durante los meses de más calor. Todo muy tentador en verano, pero ¿y a la vuelta? Es el momento de retomar la rutina, no solo en los horarios, también en cuestión de salud, ¿por dónde empezar?
Retomar hábitos saludables
Estos son los pasos básicos para retomar los buenos hábitos y, por supuesto, recuperar la forma después del verano. Buenos hábitos para cuidarse por dentro y por fuera.
Reparar los daños del sol en la piel
Puede que hayas hecho las mejores fotos este verano luciendo bronceado en la playa o en la piscina, pero el sol pasa factura a la piel. Es importante hidratar la piel todos los días con una crema con componentes humectantes y de efecto oclusivo, aplicar mascarillas con efecto hidratante y reparador (por ejemplo, una mascarilla de miel aguacate), y utilizar un sérum reparador. Dormir las suficientes horas (8 horas) es el mejor aliado contra la piel.
Volver a hacer deporte
Durante el verano la práctica de deporte podemos sustituirla por otras actividades al aire libre, pero a la vuelta a las vacaciones es momento de recuperar los beneficios de la práctica diaria de ejercicio. Sin forzar, aumentando el tiempo y la intensidad de manera progresiva. Antes de empezar, realizar ejercicios de calentamiento, y al finalizar de estiramientos para evitar las lesiones. La vuelta de las vacaciones puede ser un buen momento para probar nuevas disciplinas deportivas.
Recuperar los hábitos alimenticios
Retomar los horarios regulares de comidas, sin saltarse ninguna de ellas, y seguir una dieta sana y equilibrada (5 piezas de frutas y verduras al día, beber al menos 1,5 litros de agua…) son las premisas básicas. Las dietas milagro pueden ser muy tentadoras si nos preocupa perder peso después del verano, pero contraproducentes para la salud. Combinar una dieta sana con la práctica de deporte es la mejor manera de mantener un peso saludable, y antes de ponernos a dieta, consultar siempre al médico porque adelgazar no solo es una cuestión de contar calorías.