En muchas ocasiones castigamos el cuerpo sin pensar en las consecuencias que esto puede tener para nuestro organismo, sin valorar la gran importancia que tiene mantener el estado físico y emocional. Pues bien, la diferencia que puede aportar amar a nuestro cuerpo en cuanto a calidad de vida se refiere, es muy considerable. Existen infinidad de directrices que pueden ayudarte a mantener esta relación de amor con tu cuerpo, a continuación te mostramos las mejores.
Yo y luego yo
Tiempo contigo mismo
Muchas veces estamos tan ocupados en nuestra vida diaria, que olvidamos pasar tiempo con la persona más importante de nuestras vidas: nosotros mismos. Y es que, para tener un cuerpo y mente saludables debemos invertir tiempo en ellos. Practica deporte, date placeres como un baño relajante con buena música o cualquier otra cosa que sirva para mimarte y por supuesto, cultiva también tu parte emocional e intelectual: lee tus libros favoritos, date el placer de volver a ver las películas que adorabas de pequeño, ríe, llora o enfádate sin temor a sacar tus emociones fuera. A largo plazo tu salud te lo agradecerá.
Necesidades básicas
La importancia de satisfacer nuestras necesidades básicas para tener una buena salud, es muy grande.
Para esto,se deben hacer las siguientes cosas:
- LLevar una dieta equilibrada
- Tomar alimentos beneficiosos para el organismo
- Dormir lo suficiente para poder llevar una vida plena
- Mantener relaciones sexuales de forma habitual
No sólo deben preocuparnos las necesidades físicas, también tenemos que satisfacer otro tipo de necesidades:
- Las de pertenencia al grupo o sociales (quedar con amigos y mantener estas amistades)
- Las necesidades de aprobación (hacer sentir orgullo a los seres queridos)
- Las de seguridad (procurar unas relaciones sentimentales estables)
- Las de reafirmación (darnos algún capricho de vez en cuando)
No todo vale
Amarnos no significa darnos placer, significa en primer lugar saber distinguir las necesidades de tu cuerpo de los vicios. Y en segundo lugar mantener una disciplina para ser capaz de ofrecerte la satisfacción de estas necesidades de forma regular. Como cualquier otro tratamiento para la salud, si no mantenemos una rutina, no nos habrá servido de nada. Es por eso mismo, que a la hora de amar a nuestro cuerpo debemos plantearnos un amor para toda la vida.
Alegría de vivir
Independientemente de cuales sean las rutinas que sigas para amar a tu cuerpo, lo más importante es tomar este asunto como algo muy serio, ya que verdaderamente lo es. Enamórate de ti mismo y verás como no sólo mejora tu calidad de vida, sino que puede incluso que los demás te quieran y te valoren mucho más que antes de mantener esta relación amorosa contigo mismo.