Ciencia: Razones por las que alguien nos cae mal sin conocerlo

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Generalmente solemos juzgar a las personas una vez hemos tratado con ellas. Pero hay ocasiones en la vida de cualquier persona en las que, sin motivo aparente alguien no es aceptado única y exclusivamente a simple vista. La llamada primera impresión es un conjunto de factores que va mucho más allá del físico o de los atributos que creemos que intervienen en ella. A continuación te descubrimos las razones lógicas que se esconden detrás de una primera impresión negativa.

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¿Por qué alguien nos cae mal a simple vista?
En la percepción no consciente intervienen muchos factores secundarios. Por ejemplo, el olor de una persona (que utilice la misma colonia que otra que ya conocemos) puede ser determinante en que esta nos repela simplemente por la asociación de sensaciones que hace el cerebro. El uso de determinadas muletillas, el color del cabello, el tono de voz, etc. Son factores que nuestro cerebro asocia a determinados comportamientos o personas como por ejemplo ex parejas.
Esto significa que, si en el pasado hemos tenido alguna mala experiencia asociada a personas con estas características, nuestro cerebro como medida de supervivencia directamente rechazará a todo aquel que muestre estas determinadas características que son como patrones de lectura negativa.

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Es por esto mismo, que una persona puede despertar una aversión enorme en nuestra persona sin saber el motivo real de porqué está ocurriendo. Es más, incluso las personas que nos despiertan esta antipatía pueden demostrarnos que son personas estupendas que no tienen nada que pueda hacernos sentir incómodos y aún de esta manera, nuestro cerebro seguirá manteniendo el estado de alerta hacia ellas. Pensaremos siempre en el fondo que no son personas de fiar o que guardan algo oscuro en la profundidad de su forma de ser.
Lo que odiamos de nosotros mismos
Otro de los motivos por los que alguien puede caernos mal sin ninguna razón aparente, es que esta persona represente alguna cosa que no aceptamos de nuestra propia personalidad.
Nuestro ego rechaza determinados aspectos sociales que nos han llevado a tener problemas en el pasado y de forma involuntaria cuando percibimos esta serie de factores en otra persona desarrollamos aversión irracional. Es mucho más común de lo que parece ya que, todos tenemos cosas que nos gustaría rectificar y que acabamos detestando de nosotros mismos.
Todos merecemos una segunda oportunidad.
Es muy importante, dar una segunda oportunidad a aquellas personas que de buenas a primeras hayamos rechazado sin ningún motivo aparente. Todos tenemos el derecho a ser juzgados por nuestro comportamiento y no por condicionantes externos ajenos a nuestra voluntad y contra los que no podemos hacer nada. Así que, ya sabes si conoces a alguien y no te gusta demasiado, dale otra oportunidad.

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